Jon Ander Garrido vive una etapa de calma después de semanas afectado por una lesión muscular que le ha dado bastante batalla y que le ha obligado a ver al equipo desde la distancia. Superado el trago, el jugador vuelve a sentirse útil y piensa en positivo ante la visita al líder.

"Ya tenía ganas de volver. Tuve la lesión pero se complicó unas semanas más al entrenar y tenía ganas de volver a estar con el equipo". Su vuelta fue por la puerta grande e incluso elogiada por Álvaro Cervera. "Siempre está bien que el míster te destaque, aunque el otro día todos trabajamos y el mérito es de todos", recalca para dar el sitio que merecen sus compañeros.

El centro del campo parece este año cosa del vasco y otro más, si bien luego entran en acción las sanciones y las lesiones, lo que abre la puerta a otros futbolistas. "Todos hemos tenido muchos minutos, de todos los que tienes al lado se aprende. José Mari, Abel y Eddy llevan más tiempo en categorías superiores y ayudan. Todos podemos aportar en este equipo porque cada partido es diferente y todos sumamos".

En su caso, el hecho de ser un debutante en la división de plata le obliga a dar aún más en el terreno de juego. El retorno del Cádiz a Segunda A trae de la mano hacer frente a una categoría que parece más fuerte que en los últimos años. "La sensación es que me he adaptado bastante bien a la categoría, pero tengo que seguir trabajando para contar con la confianza del míster".

El fin de semana se echa encima y Garrido sabe lo que espera en el Ciutat de Valencia, un líder temible con unos números que asustan. Pero el pivote vasco valora el momento del equipo amarillo y sus opciones en la capital del Turia. "Ahora vamos a visitar al Levante con la moral por las nubes. Y creemos que vamos a ganar el partido y vamos a plantar cara allí. Sabemos que nadie ha ganado allí y creo que lo vamos a conseguir. Trabajando y trabajando van a llegar las cosas, porque ya están llegando y vamos mejorando. Se va a ver un Cádiz mejor. Era una categoría nueva y con las victorias todo es más fácil", unas palabras que demuestran el convencimiento del jugador de ser el primero en salir por la puerta grande del feudo levantinista.

Pero al margen de hazañas como tumbar al mejor equipo de la categoría, Garrido se detiene en el verdadero objetivo de los amarillos en el presente curso liguero. "Hay que conseguir los puntos de la permanencia y tenemos que ganar. Ellos tienen la ansiedad de jugar en casa y nosotros podemos estar más replegados y salir a la contra. Mientras se gane da igual si juegas mejor pues la gente estará contenta, pero mientras se gane fuera, el estilo de juego es indiferente", incidiendo en que "se ha visto que tenemos que mantener la portería a cero y eso da fuerzas para seguir". "Hay que mantener la portería a cero para que los de arriba puedan enchufar las que tengan", reiteraba el centrocampista formado en la cantera del Athletic Club de Bilbao.

La parte final de su intervención en la sala de prensa de las instalaciones de El Rosal, la dedicó a responder sobre su ampliación de contrato hasta el 30 de junio de 2019. "Estoy muy contento por haber renovado, me siento bastante querido por la gente de aquí y estoy muy contento; es la realidad. El fútbol es así, el año pasado me fui cedido y he sabido aprovechar mi momento ahora cuando he vuelto", apostillaba Garrido, un jugador que ha sabido sobreponerse a las críticas y las dudas sobre su rendimiento hasta la pasada pretemporada.