Jon Ander Garrido está entre algodones debido a las molestias musculares que sufre en una pierna dese el pasado miércoles, aunque el míster aseguraba ayer que no está preocupado por si puede o no jugar el centrocampista vasco, uno de los futbolistas más en forma del equipo. Claudio Barragán indicaba que "lo que me preocupa es que estemos bien. Queda una sesión y hoy -por ayer- ha hecho muy poco -en alusión a la participación del medio-. Veremos a ver qué pasa".

El entrenador no quiere que nadie fuerce más de la cuenta para evitar riesgos y apurará para comprobar el estado del jugador antes de tomar una decisión. "Lo que no vamos a hacer es arriesgar porque no soy partidario de ello. Tenemos plantilla suficiente para que el que salga a jugar lo pueda hacer en las mismas condiciones", señalaba el responsable de confeccionar la alineación del equipo cada fin de semana.

Si Garrido es duda por un problema físico, otra incógnita, ya habitual, se abre paso pero por razones de tipo técnico. Con la más que previsible vuelta de Airam Cabrera a la lista de convocados una vez cumplido el partido de sanción tras ser expulsado por doble cartulina amarilla en el choque ante el Villanueva, el míster se ve obligado a decidir si alinea a Fran Machado en tres cuartos como mediapunta, como hizo el pasado domingo frente al Arroyo, o apuesta por el canario como acompañante de Jona en la delantera. El técnico era preguntado ayer por esa cuestión pero, como es lógico, no desvelaba sus planes porque no quería dar la más mínima pista acerca del dibujo táctico que desplegará sobre el tapete del coliseo bético.

No será, por tanto, hasta mañana, en la rueda de calentamiento sobre el césped del Benito Villamarín, antes del encuentro, cuando se sepa si empieza el partido el granadino o es el de Puerto de la Cruz el que entra en el once inicial.