Unidad. Ésa es la nueva consigna del Real Madrid para preparar la final de la Copa del Rey, un instante de tregua que parece débil.

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y el jugador Sergio Ramos, un auténtico "peso pesado" del plantel, coincidieron ayer en la necesidad de posponer polémicas con el fin de preparar lo mejor posible el partido ante el Atlético de Madrid del 17 de mayo, único trofeo importante que puede ganar esta temporada el conjunto blanco.

"Pronto afrontaremos dos grandes retos, la Final Four de baloncesto y la Copa del Rey de fútbol. Debemos estar unidos, darlo todo y entregar lo mejor por nuestros seguidores. Nuestros jugadores lo harán", aseguró el presidente del Real Madrid en un acto público.

Y Ramos añadió en la cadena de televisión La Sexta: "Es bueno que los compañeros apoyen tanto a Casillas como al entrenador, ya que todos luchamos por un mismo objetivo. Es importante que estemos unidos".

El llamamiento llega después de días huracanados a raíz de la polémica abierta por Mourinho el viernes con una incendiaria rueda de prensa en la que cargó, aunque sin mencionarlos, contra el portero Íker Casillas, la estrella Cristiano Ronaldo, el club o los periodistas. "Me arrepiento de no haber traído antes a Diego López", fue una de las afirmaciones más duras de Mourinho.

Para alimentar los rumores de fractura en el vestuario, el defensa portugués Pepe sorprendió a todos al afirmar el sábado: "Hay que tener más respeto a Íker Casillas".

El cruce de declaraciones avivó los comentarios sobre eventuales tensiones en el vestuario y ayer Marca añadió más picante al afirmar que Pepe tenía pensado dedicar un gol a Casillas si marcaba ante el Valladolid, algo que no ocurrió.

El mismo diario publicó ayer en primera página: "12 días de tregua", los que quedan para la final de la Copa del Rey.

Así lo sugirieron las breves palabras pronunciadas ayer por Pérez, las primeras de algún dirigente del club tras la rueda de prensa de su técnico. Después del partido ante el Valladolid (4-2), Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, renunció a valorar las declaraciones de Mourinho y la posterior contestación de Pepe.

Pero parece una tregua débil. Así, el diario As afirmó ayer que "habrá más" declaraciones de jugadores contra su técnico.

Mientras, Sergio Ramos aseguró: "Íker ha pasado momentos difíciles. Tenemos una gran amistad desde hace mucho tiempo y una relación obvia por coincidir también en la selección española".

Y es probable que Mourinho dé alguna rueda de prensa más en los próximos días, quizá antes de la final de Copa. Toda una bomba de relojería cuando se trata de un entrenador tan impredecible como el portugués.

Desde fuera, la situación produce perplejidad y el jugador del Barcelona Iniesta declaró a la emisora Onda Cero: "Desde la distancia no lo entiendes, en el sentido de lo que siempre ha representado Iker y lo que representa. No sólo por no jugar, sino por las cosas que escuchas. Es una situación difícil".

En un ambiente convulso, ahora en momento de tregua, prepara el Real Madrid la final de Copa, que además será en su propio estadio, el Santiago Bernabéu contra el Atlético.