No es una victoria cualquiera. El peor Cádiz B desde que regresó a Tercera División en 2004 ha sido capaz de dar un golpe certero en San Fernando, donde pocas veces lo ha hecho el filial amarillo tanto contra el desaparecido Club Deportivo San Fernando como contra el actual San Fernando Club Deportivo. Sólo tres victorias del segundo equipo cadista en 20 visitas. Ramón Blanco, Antonio Calderón y Fernando Niño son, por el momento, los únicos entrenadores que conocen el triunfo en La Isla como inquilinos del banquillo del filial amarillo.

La grandeza del fútbol vivió un inesperado episodio el domingo en el estadio Iberoamericano de Bahía Sur, donde se cruzaban un San Fernando al alza que aspiraba a tomar el liderato -dependiendo de otros resultados- contra un Cádiz B colista con unos números tan malos como preocupantes. Pues bien, todos los santos estuvieron de cara al Cádiz B y dando la espalda al San Fernando, además de un buen trabajo del conjunto capitalino, para que los tres puntos fueran a parar al casillero amarillo.

Un total de 20 visitas ha protagonizado el filial cadista al desaparecido CD San Fernando y al San Fernando CD actual, y sólo en tres ocasiones salió victorioso. De esas dos decenas de encuentros, 19 fueron en Tercera División y uno, el primero, en Regional Preferente (1983-84). Ramón Blanco, en la inolvidable campaña 1990-91 en la que el filial se proclamó campeón del grupo X, fue el primero en abrir la lata con el 1-4 obtenido aquella vez en el desaparecido Marqués de Varela. Hubo que esperar algo más de 14 años para que se repitiera la gesta con el 1-2 de la campaña 2004-05, cuando Antonio Calderón obró el milagro de la permanencia en un filial al que cogió casi desahuciado a falta de pocas jornadas para el final de Liga. Y casi diez años después ha saboreado esta alegría el Cádiz B actual, el de Fernando Niño, el segundo en marcar más de dos goles jugando como visitante contra el San Fernando CD y el primero en ganarle bajo la actual denominación. El técnico roteño ha hecho historia, pero la amenaza de descenso para su filial sigue ahí, siendo una gran realidad.