El gol de Baha a los 12 segundos de partido en el último partido del Cádiz ha hecho mucho daño. Quizá no al propio equipo amarillo, pero sí en el entorno. Esta derrota supuso un gran mazazo para el cadismo y eso ha provocado que incluso Antonio Calderón ha comentado públicamente que no entiende que no se valore el buen momento de sus jugadores y que un sentimiento de decepción y de pesimismo se haya apoderado de un cadismo que sólo piensa en la llegada de fichajes. No le falta parte de razón al técnico amarillo, pero la clasificación manda y cualquier traspié es dramático para un conjunto que ha dado demasiadas ventajas a sus rivales.

Es cierto que la línea de juego del cuadro cadista siguió siendo atractiva en el último choque, pero la visión general se ha visto afectada por la ausencia de incorporaciones, por la marcha de Lobos y, en menor medida, también por la salida de Pavoni. La buena noticia de la pasada jornada fue que los otros resultados favorecieron y las opciones siguen intactas.

Calderón ha alzado la voz para que se sepa que mantiene la fe en sus hombres y que, aunque admite que son necesarios los fichajes, tiene claro que hay recursos para aguantar el tirón hasta el 31 de enero. Pero prefiere hablar de puertas hacia dentro y ha hecho hincapié para que sus jugadores estén plenamente mentalizados con vistas al encuentro de hoy por más que se trate de un rival atípico por ser un filial y con un horario bastante molesto, sobre todo si no lo obliga la televisión.

Durante la semana se planteó la posibilidad de cambiar de sistema, pero en los dos ensayos previos a la disputa del partido ha seguido empleando el 4-2-3-1 de siempre y sería una sorpresa si se produjera una variación en este sentido. Llega el Cádiz al Sánchez-Pizjuán con las bajas de Bezares y Nano, dos ausencias que serán suplidas por Diego Rivas y Gustavo López, jugadores de reconocida valía que deben aportar cosas al equipo. Por lo demás no habrá novedades, ya que el funcionamiento general está siendo positivo.

Tendrá el Cádiz que sobreponerse al horario y aprovechar el ímpetu de un rival que ocupa un lugar privilegiado en la tabla. Lo más normal es que los canteranos del Sevilla se animen a hacer cualquier cosa en el campo, que se lancen al ataque y que intenten llamar la atención de Manolo Jiménez para encontrar un hueco en el primer equipo. Es decir, que el contrincante de hoy puede ser bastante más alegre en su juego y eso beneficiará a los amarillos, como sucedió en el Nou Estadi de Tarragona. Lo malo es que se trata de un enemigo con calidad y puede causar muchos problemas si tiene el día inspirado.

Una jornada más, hay que esperar el Cádiz sea un equipo con llegada, que sean muchos los efectivos que pisen el área del rival y tiene que emerger la figura de Parri, que hasta el momento se ha quedado únicamente en algunos detalles. En el Sevilla Atlético hay que tener cuidado con Armenteros, especialista a balón parado desde la izquierda, y al instinto de Pablo Sánchez o Alfaro. Hay que estar bien despierto.