La selección española de baloncesto sigue invicta en su camino hacia el Mundial de Turquía, tras lograr ayer una sufrida victoria ante Eslovenia en Liubliana, en un encuentro en el que el conjunto hispano hizo valer, pese a la ausencia del lesionado Navarro, su mayor profundidad de banquillo en el tiempo extra.

Y es que si los de Sergio Scariolo apenas habían tenido problemas para resolver sus cuatro primeros encuentros de preparación, ayer sufrieron más de lo deseable para imponerse a un conjunto balcánico que poco se pareció al que el pasado domingo cayó por un contundente (88-68) en Vitoria ante España.

Si en el Bruesa Arena los Lakovic, Dragic y compañía apenas aguantaron hasta la mitad del primer cuarto, en esta ocasión, con el apoyo de su público, y perfectamente liderados por Becirovic y Vidar pusieron al conjunto español al borde de la derrota.

Un tropiezo que parecía más que factible cuando a falta de tres minutos para la conclusión del encuentro, Eslovenia se situaba con un preocupante 65-60. Un tapón quede Mumbrú sirvió de revulsivo para el equipo español que con un parcial de 2-8 en los últimos dos minutos remontó. En la prórroga, Rudy Fernández anotó seis de sus diez puntos y fue el estilete necesario.