El atletismo español puso a prueba la instalación que albergará los Mundiales en sala del 7 al 9 de marzo y marcó a sus figuras el camino hacia la media docena de medallas para el gran objetivo invernal, una cifra récord cobrada por sorpresa en Birmingham 2003 y propuesta ahora como objetivo.

El presidente de la Federación Española, José María Odriozola, aleccionado por alguna experiencia negativa (en Budapest 2004 no hubo medallas), ha abandonado su vieja costumbre de anunciar sus deseos con números concretos y ahora se limita a marcar un horizonte tan deseable como indefinido.

Pero "acercarse a lo de Birmingham" (una medalla de oro, cuatro de plata y una de bronce), como se propone, parece un objetivo difícilmente compatible con el estado del atletismo español y un temible ránking mundial que "está que arde", según el presidente, pese a ser un año olímpico.

Un solo atleta sale claramente reforzado de los campeonatos de España: Jackson Quiñónez, que ha vuelto a dar un tajo, esta vez de cuatro centésimas, a su récord de España de 60 metros vallas para dejarlo en 7.52 y ascender del octavo al tercer puesto en la lista mundial del año.

Sólo el cubano Dayron Robles (7.33), con quien compartió rueda de prensa en Valencia el primer día de los campeonatos, y el ruso Evgeny Borisov (7.44) han sido más rápidos que Jackson Quiñónez este año, y el récord de España, que no se movió en 21 de las manos de Javier Moracho con 7.60, ha caído cuatro veces en los tres últimos.

Para casi todos los favoritos, la victoria en los campeonatos de España ha sido un trámite. En este grupo se inscriben Ángel Rodríguez (60), Manuel Martínez (peso), Josephine Onyia (60), Mayte Martínez (800), Naroa Agirre (pértiga), Concha Montaner (longitud), Ruth Beitia o Javier Bermejo (altura).

La selección para los Mundiales promete hoy pocas sorpresas. La ausencia de un ramillete de figuras (Marta Domínguez, Carlota Castrejana, Jesús España, Reyes Estévez, Natalia Rodríguez) limita el debate a la asignación del cupo de oportunidades a atletas que han hecho méritos, pese a no tener mínima, en pruebas donde nadie la ha logrado.