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Pekín 2008

España conquista un oro y tres platas en la jornada más prolífica en Pekín

  • Craviotto y Pérez, Cal, las 'sirenas' de sincronizada y el hockey hierba masculino, medallistas en una histórica jornada

La delegación española confirmó su gran recta final olímpica y vivió hoy en Pekín su día más prolífico en lo que va de Juegos, al añadir a su medallero cuatro nuevas preseas que permiten a España alcanzar 16 metales a los que habrá que sumar, como mínimo, el que logre mañana la selección de balonesto en la final frente a Estados Unidos.

Tres de esas cuatro nuevas medallas vinieron de aguas chinas. El oro cosechado por Saúl Craviotto y Carlos Pérez en K-2 500 metros y las platas de David Cal, que se despidió de Pekín con dos medallas en su cuello, en C-1 500 metros, y de las 'sirenas' de natación sincronizada en la competición por equipos, encarrilaban un glorioso decimotercer día de competición para España.

A esos tres metales se le sumó después uno con el que ya se contaba, a falta de conocer el color, el de la selección española de hockey hierba, que tuvo que conformarse finalmente con la plata tras caer en la final frente a Alemania (1-0) en un encuentro en el que los pupilos de Maurits Hendriks no pudieron romper el cerrojazo impuesto por los germanos tras un gol en el primer tiempo de su estrella Christopher Zeller.

Al igual que ayer, el abanderado español no falló y aunque tampoco pudo alcanzar el oro al ser superado por el ruso Maxim Opalev, con esta medalla, Cal consigue su cuarta presea en los Juegos Olímpicos, tras el idéntico metal conquistado ayer en los 1.000 metros, que se unen al oro logrado sobre esa misma distancia y la plata de los 500 metros en Atenas.

Y si por seguro se daba el metal del gallego, no menos esperado era el segundo puesto de las españolas de sincronizada, que, una vez más, deslumbraron en el agua, siendo superadas sólo por las imbatibles rusas. Alba Cabello, Raquel Corral, Andrea Fuentes, Thais Henríquez, Laura López, Gemma Mengual, Irina Rodríguez y Paola Tirados, con unos gorros con trenzas para identificarse aún más con su rutina 'Africa', volvieron a cautivar a los jueces.

Más sorprendente fue el oro de Saúl Craviotto y Carlos Pérez, que otorgaron a España el primer oro olímpico en la historia del piragüismo nacional en la modalidad de kayak. Además, los pupilos de Miguel García, actuales subcampeones de Europa (Milán 2008), lograron el triunfo de manera abrumadora, pues dominaron de principio a fin la carrera.

El atletismo español continúa en blanco

Las malas noticias para la delegación española vinieron una vez más del atletismo, donde, a falta de la prueba de maratón, que cerrará mañana las competiciones del deporte 'rey' de los Juegos, España va a irse de vacio de la cita china.

Ni Natalia Rodríguez ni Iris Fuentes-Pila, sexta y octava, respectivamente, en el 1.500 femenino fueron capaces de colgarse una medalla que tampoco lograrían luego Aelemayehu Bezabeh, undécimo, y Jesús España, decimocuarto, en la exhibición del etíope Kenenisa Bekele en los 5.000 metros masculinos.

Pero la gran esperanza del día en el 'nido' pequinés para España era Ruth Beitia, quien tampoco pudo aumentar el medallero nacional en una sorprendente final de altura en la que la croata Ivana Vlasic perdió su imbatibilidad y cedió ante la belga Tia Hellebau. Al concluir la prueba, la cántabra declaraba que había dejado pasar la oportunidad de su vida de colgarse una medalla olímpica.

Lejos del tartán, otras 'balas' con las que contaba España en la recámara, José Antonio Hermida y Marga Fullana en mountain-bike, se quedaron lejos de la lucha por los metales. El gerundense, que se colgó la plata en Atenas, fue noveno, superado incluso por su compatriota Iñaki Lejarreta, mientras que la 'biker' mallorquina se retiró a las primeras de cambio como ya le pasara en la capital griega hace cuatro años.

Por último, Almudena Cid se despidió por la puerta grande de la gimnasia rítmica con un diploma olímpico en la final individual tras terminar octava. La vitoriana, que ha hecho historia al ser la primera gimnasta en disputar cuatro Juegos Olímpicos consecutivos, disfrutó con la final, consciente de que éste era su adiós de la alta competición sobre el tapiz.

Tras esta productiva e histórica penúltima jornada para España, en la que se ha conseguido igualar la segunda mejor marca de oros en su historia olímpica --la de Atlanta 96-- el medallero nacional cierra casi definitivamente la tapa, a la espera del metal proveniente del baloncesto y del posible broche que pueda poner Chema Martínez, Julio Rey o José Ríos en el maratón.

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