olimpismo juegos de pyeongchang 2018

España busca abrir nuevos caminos

  • Javier Fernández, en patinaje artístico, y Lucas Eguibar, en snowboard, son los principales candidatos a lograr un metal

  • La de Blanca Fernández Ochoa, en 1992, segunda y última presea

La medida del reto que busca España en los Juegos de invierno de Pyeongchang la dan los fríos números: sólo dos medallas adornan el palmarés, la última de ellas lograda hace 26 años.

Volver a subir a un podio sería pues ya un éxito mayúsculo, pero es que además las mejores opciones de lograrlo están en disciplinas inéditas, en las que ni existía ni realmente existe aún una tradición en España.

El patinador Javier Fernández, la máxima esperanza de medalla, o los snowboarders Lucas Eguibar y Queralt Castellet son auténticos lobos solitarios, deportistas que se han inventado a sí mismos contra toda lógica cultural.

En realidad, cualquiera de ellos sería un digno sucesor de Francisco Fernández Ochoa, que también logró sin ninguna estructura la primera medalla invernal española, en el eslalon de los Juegos de Sapporo de 1972.

La siguiente presea la consiguió su hermana Blanca en la misma especialidad 20 años después, en Albertville, así que subir a un podio en el snowboard o el hielo y con un apellido diferente sería toda una novedad.

"Veo al equipo muy ilusionado, con muchas ganas, muy centrado en la competición. Creo que es un momento histórico porque tenemos opciones de tres medallas", dijo el veterano Ander Mirambell, otro aventurero que disputará sus terceros Juegos como piloto de skeleton.

La revista especializada Sports Illustrated, sin embargo, lo deja en eso, en meras opciones, porque en su pronóstico de medallistas para los Juegos invernales no figura ninguno de los 13 deportistas españoles clasificados para Pyeongchang, ni siquiera el patinador madrileño.

El caso de Fernández es paradigmático. El patinaje artístico es una disciplina marginal en España. Aún más entre los hombres. Pese a ello, Fernández, que desarrolló su carrera en Estados Unidos y Canadá, ha encadenado seis coronas europas y dos mundiales.

Tras su cuarto puesto en Sochi 2014, Pyeongchang asoma como la última oportunidad de este intuitivo y genial patinador, que a sus 26 años dice sentirse "viejo" para otro ciclo olímpico. Sus principales rivales en el Ice Arena de Gangneung serán el estadoundiense Nathan Chen y los japoneses Yuzuru Hanyu y Shoma Uno.

Lucas Eguibar fue subcampeón mundial de snowboard cross en 2017 en La Molina, tanto en la categoría individual como por equipos, junto a Regino Hernández, quien también estará en Corea. En 2015, además, se convirtió en el primer español en ganar la Copa del Mundo.

"Quiero disfrutar desde el primer día. Y voy a intentar competir y estar al máximo", dijo Eguibar, que ayer, en el día de su 24 cumpleaños, fue el abanderado de su país en la ceremonia de inauguración.

Castellet, por su parte, buscará la hazaña en el tubo del halfpipe. La catalana fue subcampeona mundial en 2015 y tiene diez podios en la Copa del Mundo. A sus 28 años y en su tercera cita olímpica, aspira a la medalla más importante de su carrera.

Los 13 enviados los completan Laro Herrero, que competirá en snowboard cross, los esquiadores alpinos Juan del Campo y Quim Salarich, los fondistas Imanol Rojo y Martí Vigo y los patinadores Felipe Montoya, Sara Hurtado y Kirill Khalyavin. Un equipo "corto" comparado con los 20 de Sochi en 2014, describió el presidente del comité español, Alejandro Blanco. "Pero con mucha pasión por el deporte", agregó.

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