Las play stations, los juegos de cartas, los libros, el neceser, la ropa. Todo estará hoy ya metido en el equipaje de los jugadores españoles cuando partan hacia Johannesburgo para jugar mañana la final del Mundial ante Holanda.

Una vez allí, el equipo de Vicente del Bosque no tomará otro avión que no sea el que le lleve de vuelta a Madrid como campeón del mundo o como derrotado.

La selección española de fútbol abandonará hoy la tranquila Potchefstroom, a donde llegó el 11 de junio, para no volver.

Ayer, el presidente de la Federación Española, Ángel María Villar, se despidió de forma oficial de la ciudad con una recepción en el ayuntamiento. Hoy, sobre las 11 de la mañana, los campeones de Europa despegarán rumbo a la final del Mundial.

Los miembros del equipo español harán los 120 kilómetros que separan Potchefstroom de Johannesburgo en un pequeño avión de apenas 50 plazas. Un vuelo corto que les depositará en la metrópoli a tiempo para comer sobre las 13:30 horas.

La de ayer fue la última noche en el centro de alto rendimiento de la Universidad del Noroeste. Los jugadores cambiarán el sencillo edificio de ladrillos rodeado de campos de césped y pistas de atletismo por el Hotel DaVinci.

La rutina será la misma que antes de cualquier partido. Después del vuelo, comida y siesta. Más tarde, a las 20:15, entrenamiento oficial en el estadio Soccer City, escenario de la final. Luego, vuelta al hotel, cena y a dormir. Si es que pueden conciliar el sueño.

Porque el partido de mañana no es un partido cualquiera. Las costumbres generadas desde la llegada del equipo a Potch, una ciudad de poco menos de 125.000 habitantes, sufrieron ya ayer su primer trastorno con el aluvión de periodistas que asistió a la rueda de prensa.

El día del partido, los jugadores desayunarán sobre las diez. A las 11:00 suelen dar un paseo de 30 minutos, pero el domingo todo quedará supeditado a la expectación que haya fuera del hotel.

Tras la comida, hora del descanso. Casillas y Reina suelen incitar a sus compañeros a jugar a las cartas, pero horas antes de la final de un Mundial, todos los pensamientos están puestos en el partido.

Unas cuatro horas antes del encuentro, el entrenador, Vicente del Bosque, hará su charla técnica y dará la alineación. Será entonces cuando Fernando Torres sepa si vuelve o no al equipo titular.

A las 19:00 horas, como muy tarde, el equipo tiene que estar en Soccer City. Porque una hora y media después dará comienzo el partido más importante de la historia del fútbol español.