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Enésima desilusión a domicilio

  • El San Fernando, que se las prometía felices en su duelo frente al Lucena en tierras cordobesas, cae con claridad y ve oscurecerse su futuro al acercarse cada vez más a la zona fatídica de la clasificación

Al San Fernando se le resiste ganar por segunda vez como visitante en lo que llevamos de temporada y ayer sucumbió ante el Lucena por 3-1. El cuadro lucentino, que volvía a imponerse como local después de tres meses sin hacerlo, estuvo a merced del San Fernando en varias fases del encuentro, pero su mayor efectividad de cara a puerta le permitió llevarse los tres puntos.

Los primeros instantes del choque estuvieron marcados por la igualdad entre ambos conjuntos y el fútbol directo que desplegaron los dos, con constantes llegadas al área rival y una prácticamente nula circulación de balón por el centro del campo. En el minuto 4 llegó la primera ocasión y la primera jugada polémica de la contienda. Velasco estaba encarando la portería visitante cuando el meta Raúl Iglesias salió de su área y acabó derribando, supuestamente, al atacante del Lucena. Una acción que el colegiado no interpretó como falta ante las reiteradas protestas de los locales.

Tras esa acción, fue el San Fernando quién empezó a llegar con peligro a las inmediaciones de Revuelta, que, en tres minutos, tuvo que emplearse a fondo para desbaratar con los pies las ocasiones de Canito, primero, y Casares después. El partido estaba muy abierto y, en el minuto doce, los locales lograron adelantarse primero en una acción algo desafortunada para el equipo gaditano. Quique se sacó un centro que Sergio Bustos envió al fondo de la red después que a Raúl Iglesias se le escapara el balón de las manos cuando el peligro parecía haber finalizado.

Después del tanto, el San Fernando se lanzó al ataque en busca del gol de la igualada. Sergio Bustos (13') pudo poner las tablas en una mala acción de Revuelta que acabó despejando Quique ante la pasividad de los atacantes visitantes para remachar la jugada. En el minuto 18, un contraataque visitante conducido por Canito lo finalizó él mismo con un disparo cruzado que se coló en la portería de Revuelta, que esta vez no pudo hacer nada para evitar el gol.

Tras el empate, se pudieron ver los mejores instantes del San Fernando, que trató de resolver el choque con buen fútbol y muchas ocasiones pese a que el Lucena pudo hacer mucho daño a la contra. En el minuto 24, Sergio Ortiz lanzó una falta que obligó a Raúl Iglesias a realizar una buena estirada para atrapar el balón con algunos apuros.

La réplica local fue de Troiteiro, que desbarató Raúl Iglesias en dos tiempos. En el 26, un chut envenenado de Canito salió rozando el larguero. La ocasión más clara llegó en el 33 con un trallazo de Marco que, tras despejar Revuelta, recogió Casares y remató mansamente a las manos del cancerbero cuando lo tenía todo a su favor. Y del 1-2 se pasó al 2-1, porque, en el saque de puerta, Velasco sorprendió a la defensa visitante, que, tras driblar a Raúl Iglesias, puso en ventaja al Lucena, resultado con el que se llegó al descanso.

La segunda mitad fue muy distinta a la primera. El Lucena cuajó un gran segundo tiempo y fue muy superior al San Fernando, que, a pesar de los cambios de claro corte ofensivo, no logró recortar distancias y no puso en grandes apuros la meta defendida por Revuelta. El primer aviso local llegó en el minuto 48 con un remate de Velasco al travesaño. En el 53 llegó la replica gaditana con un remate de Marco que Revuelta envió a córner.

En el minuto 63, Sergio Ortiz, en gran jugada personal, se quedó solo ante Raúl Iglesias, que lo derribó. Error del portero visitante que supo enmendar deteniendo el penalti a lanzamiento de Cabello. El equipo de Antonio Iriondo estaba muy tocado y no era capaz de llegar con peligro. Todo lo contrario de lo que le ocurría al Lucena, que en el minuto 76 sentenció prácticamente el encuentro con un trallazo de Velasco que se coló por toda la escuadra del portal defendido por Raúl Iglesias. En los instantes finales del encuentro, el San Fernando aprovechó para acercarse, sin demasiado éxito, a la portería de Revuelta, que logró mantener a raya a los gaditanos hasta que el colegiado decretó el final.

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