El FC Barcelona se adjudicó la Copa de Príncipe, un triunfo que no fue fácil para los blaugranas que tuvieron que sudar hasta el último set ante un Vigo Valery Karpin que fue de menos a más. El buen hacer del veterano Cosme Prenafeta, designado mejor jugador del evento, resultó vital para la suerte de la final.

El encuentro comenzó con el conjunto catalán dominando desde el inicio y desde el primer punto se hizo con el control del tanteador. Así, merced a un parcial de 4-1, adquirió tranquilidad y confianza hasta alcanzar 13 puntos de renta (21-8) decisivos.

El Valery Karpin salió herido en el segundo set, comenzó a creer en sus posibilidades y se anotó la segunda manga de manera basante clara por 17-25 llevando el empate a 1 al marcador.

En el tercer set, los blaugranas salieron a la cancha centrados de nuevo, y tomaron la iniciativa en el tanteador aunque no pudieron distanciarse ante un juego muy compacto del Valery Karpin que consiguió empatar a 14. La suerte de la tercera manga no encontró guión hasta los últimos puntos y cayó del lado catalán (25-22).

El cuarto set arrancó como el segundo, con un inspirado conjunto vigués (4-10). Los gallegos no aflojaron en su juego y mantuvieron su poderío en el bloqueo hasta adjudicarse la manga con cierta comodidad por 17-25.

La emoción entró en escena en el quinto set que se convirtió en el juez de la Copa. La tensión y los nervios también entraron en escena, pero con empate a 10, el Barcelona demostró su saber estar y se adjudicó el triunfo.