El inicio de competición del Sanluqueño, exceptuando el lunar de la derrota sufrida con el filial sevillista, se puede considerar como espectacular. Es normal que el presidente de la entidad verdiblanca, Manolo Fernández, esté más que satisfecho con lo realizado hasta el momento, aunque el dirigente remarca que "todavía queda mucho" y le da un gran protagonismo a la labor del entrenador, Pepe Carrete. "Cualquiera habría firmado ganar seis partidos de siete. Era algo difícil de imaginar y se puede decir que estamos cubriendo las expectativas. Pero queda mucho por delante, el halago debilita y no podemos caer en eso. El equipo está ganando y haciendo fútbol, pero si dejamos de ser humildes nos las darán todas".

Fernández comenta sobre el entrenador que "es muy exigente consigo mismo y no permite la relajación. Desde nuestra estructura tampoco nos permitimos eso y por eso trabajando diariamente. Por eso ha encajado también, parece que está hecho para el Sanluqueño, es lo que pide la afición. Desde su llegada el vuelco ha sido importante. Ha recuperado la idiosincrasia del equipo, de pelear y luchar, y además juega al fútbol. También ayuda el esfuerzo del club en mejorar el campo y por todo ese en El Palmar se está viendo buen fútbol".

El presidente sanluqueño tiene claro que los aficionados saben que tendrán que llegar rachas no tan positivas: "La afición del Atlético es madura y sabe que llegarán derrotas como la de Sevilla, pero es algo que no afecta porque el otro día había 2500 personas en El Palmar. Se sabe que habrá partidos de empatar y de perder. Yo he visto saludar en el centro del campo con un 0-2 porque es un público muy agradecido. Está claro que hay una unión entre la plantilla, con la afición y cuerpo técnico y directiva, que nos convierte en una piña y espero que se siga manteniendo porque es la clave".