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Fútbol | Segunda División B

Demasiados enemigos para el San Fernando

  • El equipo isleño merece mucho más en su visita al Recre (3-1), pero es víctima de un pésimo arbitraje

Hugo protege el balón ante la llegada de Leal y Seth Vega.

Hugo protege el balón ante la llegada de Leal y Seth Vega. / SAN FERNANDO CD

Ante tantos no se puede. El San Fernando no solamente tuvo que jugar ante el Recreativo de Huelva sino que se encontró con un arbitraje que le perjudicó considerablemente y terminó sucumbiendo ante un decano que supo aprovechar sus oportunidades.

Y es que, el partido no tuvo más entradas de las habituales, no tuvo una dureza excesiva, ni siquiera atisbos de que pudiese terminar con un montante de diez tarjetas amarillas y dos rojas y terminó con ese montante. Esto no hizo más que romper el ritmo de un choque que en la primera mitad fue apasionante y vibrante, que se pudo decantar de cualquiera de las dos partes y donde ambos equipos tuvieron sus opciones.

Por contra, la segunda mitad no existió. Y fue, principalmente, por las decisiones que tomo el trencilla de turno que perjudicó claramente al equipo azulino, expulsó a Gabi Ramos, prácticamente por nada, y terminó con la paciencia de Stankovic que tuvo que abandonar el partido antes de su finalización.

Con esto, la verdadera lectura del encuentro deja un San Fernando sin la posibilidad de comandar en solitario la tabla clasificatoria, rompiendo una enorme racha y dándole toda la vida del mundo a un Recreativo de Huelva que afrontaba el partido aplazado con el agua sobrepasándole el cuello y con serios problemas. En solo noventa minutos de juego, los decanos del fútbol español vuelven a tener vida.

En el inicio, el choque fue expuesto con una intensidad propia de un encuentro donde ambos se jugaban tanto y los primeros en golpear fueron los locales. Estaba claro que cualquier fallo, cualquier despiste, cualquier duda, se iba a pagar de manera considerable. Y una duda en la banda izquierda de Varela provocó el robo de Yaimil, el centro y el remate de Quiles que significaba el uno a cero en el marcador. El Huelva golpeaba primero y sólo se llevaban disputado cinco minutos de juego.

Pero no se iban, ni mucho menos, a amilanar los de La Isla que tres minutos después tuvieron su primera oportunidad a través de un disparo de Omar Perdomo que se iban alto. El partido, desde el minuto 10, se transformó en una bonita pugna en el centro del campo de la que, el equipo que lograra salir vencedor, se llevaría el gato al agua.

En el 22’ un disparo lejano de Yaimil no tenía consecuencias, pero a renglón seguido, un centro de Omar Perdomo, incombustible junto a Biabiany, dejó en solitario para el remate a un Francis Ferrón que no encontró la puerta de Nauzet. Y es que en el 26’ otro centro de Perdomo no pudo ser culminado, de nuevo, por el ariete isleño. Eran, sin duda alguna, los mejore momentos de los de azul y blanco, ayer de rosa.

Antes de finalizar una más que bonita primera mitad, llegó el jarro de agua fría para los de Stankovic. Un remate de chilena de Seth en los alrededores del punto de penalti, terminó impactando en las manos de su estrecho marcador, Javi Fernández. El colegiado decretó penalti, que Quiles no desaprovechó para poner el dos a cero en el electrónico del estadio onubense.

Fue el momento de ponerse el cuchillo entre los dientes y apretar con fuerza. Y entonces salió el orgullo de un equipo que está comandando la clasificación ya que, tres minutos después de encajar el segundo tanto, un servicio de Omar Perdomo, ante el fallo de la zaga local terminó dando en Hugo Rodríguez para poner el dos a uno en el marcador.

Se enrrabietó con el gol el cuadro azulino y un minuto después Francis Ferrón tuvo el empate en sus manos a pase de Biabiany, pero el máximo goleador del cuadro isleño inexplicablemente no acertó, por segunda vez, en una más que franca posición ante su propia desesperación.

El primer tiempo se apagó con una oportunidad local en un tiro cruzado de David Alonso, pero estaba claro que el obligado parón del encuentro perjudicó mucho más a cuadro isleño, que al onubense.

Estaba claro que en la segunda mitad no se debía, ni tenía, que jugar porque todo el pescado estaba vendido. Para ello, se encargaron los de Calle de que el partido se desvaneciese cual azucarillo en un café. Entonces, igualmente, entró la figura del trencilla de turno que a base de decisiones paraba continuamente las intenciones de un San Fernando que no encontraba la manera de igualar la contienda.

Biabiany hizo una gran jugada pero su remate se fue fuera en el 50’, Quiles disparó abajo en una jugada que obligó a Perales a sacar una gran mano y Francis Ferrón, en el 58’ tuvo la tercer oportunidad de oro para marcar, pero no era su día y llegó demasiado tarde a un pase de Hugo Rodríguez y Nauzet abortó la posibilidad.

Lo de Sillero, cuando el partido expiraba, el equipo azulino estaba con diez, y la fuerzas flaqueaban, no se más que un gol para ver una y otra vez repetido. El delantero onubense se sacó un disparo repleto de colocación desde la frontal del área que se coló en la escuadra de un Perales que nada pudo hacer para que los locales certificasen una victoria que celebraron de manera impresionante por la importancia.

Los isleños pierden una de esas cuatro finales que le restan para terminar la temporada regular y dejan escapar la posibilidad de erigirse en lo más alto de la clasificación en solitario... pero la culpa, sin duda alguna, no fue entera suya.

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