Jorge Lorenzo (Yamaha) tratará de defender su liderato en la categoría reina este fin de semana en el Gran Premio de Italia, cuarta cita del Mundial, donde su compañero de equipo, Valentino Rossi, acude avalado por la ilusión de correr en casa, en su pista talismán, donde el año pasado sólo pudo ser tercero aunque en los siete anteriores subió a lo más alto del cajón. El español no se ha bajado del podio en lo que va de temporada. La situación puede variar algo en Mugello, escenario proclive siempre a grandes gestas de los pilotos locales. Rossi, se supone que ya plenamente recuperado de sus lesiones en un hombro, debe estar al ciento por ciento en Mugello, en donde necesita más que nadie dar un golpe sobre la mesa para que no se le descontrole la situación. Lorenzo y Rossi suman tres victorias y tres podios, por lo que parecen ser los hombres a batir. Sin embargo, la nómina de rivales es amplia con adversarios como Dani Pedrosa (Honda), Casey Stoner (Ducati) y Andrea Dovizioso (Honda). Este último está cuajando un excelente inicio de campeonato, con dos terceros puestos (Qatar y Francia) y un sexto (España), que lo sitúan tercero del Mundial antes de llegar a una pista que le es favorable.