Los acontecimientos se precipitaron y, prácticamente cuando el Recreativo de Huelva y el San Fernando se disponían a comenzar el calentamiento para disputar el partido correspondiente a la cuarta jornada del subgrupo A de la Segunda División B, llegó la orden de la Real Federación Española de Fútbol de suspender la celebración del evento deportivo.

Eran las cuatro y diez de la tarde y el motivo tenía su contundencia. Un miembro del cuerpo médico del equipo azulino, concretamente uno de los fisiorecuperadores, había dado positivo en las pruebas del Covid-19 que se le habían aplicado por la mañana tras levantarse con el malestar típico que desprende el virus que está azotando el mundo.

Rápidamente la maquinaría se puso en marcha y el protocolo establecido hacía que fuese la propia Federación la que tomase la medida oportuna y ésta fue, en un principio, suspender el encuentro por la posibilidad de que entre los jugadores del San Fernando hubiese algún contagiado y aplazar el choque, presumiblemente, para el domingo que viene que no hay competición liguera debido a que se ha aprovechado esta fecha para recuperar partidos.

Lógicamente todos los componentes del equipo azulino y su cuerpo técnico han sido confinados en sus respectivos domicilios a la espera, este lunes por la mañana, de realizarse las pruebas oportunas, cuyos resultados se conocerán en la noche de este lunes, lo más tardar en la mañana del martes. En caso de que no hubiesen más contagiados, todo hace indicar que no habría problemas para celebrar el evento deportivo el próximo domingo aunque habría que ver, durante la semana, con qué horario, y en que condiciones, ante las restricciones que planean en toda Andalucía.

En el momento de la suspensión todo se convirtió en un pequeño caos, tanto en cuanto los 400 aficionados del equipo isleño que podían presenciar el partido se encaminaban hasta el Iberoamericano de Bahía Sur y tuvieron que darse la vuelta, lo mismo que ocurrió con el Recreativo de Huelva que, casi sin cambiarse, dieron marcha atrás y se montaron en el autobús para regresar a tierras onubenses, mientras que los jugadores isleños marchaban a sus respectivos domicilios.

El Covid-19 sigue azotando el mundo, el país y a La Isla y en esta ocasión ha sido el San Fernando CD el que ha sufrido en sus carnes la pandemia.