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Corea contra Corea, chispas políticas

Después de tres fraternales empates, el duelo entre las dos Coreas vive hoy una cuarta y definitiva edición en las eliminatorias asiáticas, en las que ambos equipos tienen opciones. Sin embargo, el duelo deportivo en el estadio mundialista de Seúl estará de nuevo ensombrecido por la tensión creciente en la dividida península coreana.

El incidente en la fase previa, que obligó a la FIFA a trasladar el partido que debía jugarse en Corea del Norte a el terreno neutral de Shanghai, está prácticamente olvidado. Entonces las autoridades de Pyongyang se negaron a que sonara en su capital el himno de sus vecinos del sur. Ahora la confrontación es más seria y el diálogo entre ambas naciones está congelado.

Junto a Estados Unidos y Japón, Corea del Sur advirtió al país comunista que no acepta las pruebas de misiles planeadas para los próximos días. Corea del Norte anunció el lanzamiento al espacio de un satélite de comunicaciones, pero en el sur creen que eso servirá en realidad de cobertura para un test con misiles militares de largo alcance. Sea cual sea el resultado, ambos equipos seguirán teniendo opciones de clasificarse para el Mundial, pero todos saben también que una victoria supondría un paso de gigante en dirección a Suráfrica. Por eso la presión es grande. Corea del Norte, primera del Grupo B con diez puntos en cinco partidos, tiene al alcance de la mano su segunda participación en un Mundial, tras su presencia en Inglaterra 1966, donde venció a Italia y rozó la sorpresa ante Portugal. El fin de semana ganó (2-0) a Emiratos Árabes Unidos, por lo que el grupo dirigido por Kim Jong Hun llega a Seúl con la moral alta. "Sabemos que los tres puntos son importantes y daremos lo mejor de nosotros mismos", dijo el técnico.

Corea del Sur, semifinalista en su Mundial en 2002, aspira a lograr su séptima clasificación mundialista consecutiva. Por eso sus fans no esperan otra cosa que una victoria mañana. Con un partido menos que sus vecinos del norte, los surcoreanos son segundos con ocho puntos, uno por delante de Arabia Saudí y dos de Irán. Los dos primeros del grupo se clasifican directamente para Suráfrica 2010.

"El partido es muy importante para ambos países", dijo el seleccionador local, Huh Jung Moo, que admitió el "extraordinario rendimiento" de Corea del Norte en los últimos partidos. Después de 15 años sin enfrentarse, las dos Coreas viven su cuarto partido en apenas 12 meses. Sin embargo, cuando los dos irreconciliables hermanos se ven las caras siempre hay algo más que tres puntos en juego. Nunca un equipo coreano consiguió ganar a su vecino de visitante. Por eso -temen los comentaristas surcoreanos- si Corea del Norte logra la victoria en Seúl sus jugadores volverán como héroes a su país.

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