La UCI está entre la espada y la pared y guarda silencio ante las preguntas que envuelven el positivo de Contador. ¿Por qué esperó más de un mes en hacer público el resultado? ¿Qué hará ahora? ¿Sancionar a la gran estrella del deporte o limpiar de sospechas su nombre?

Las acusaciones de engaño son masivas, pero Pat McQuaid, presidente de la UCI, guarda silencio. El lema de la UCI de esperar también lo hace suyo el equipo Astana, patrón aún del español. "Aguardamos a nuevas explicaciones de y apoyamos la medida de suspenderlo provisionalmente", se dijo desde Kazajstán.

La cadena de televisión alemana ARD atacó a la UCI por no hacer público hasta el jueves el positivo del ciclista español, conocido desde el 24 de agosto. El diario deportivo L'Equipe y la ARD sugirieron que la muestra de Contador podría contener también trazas de plastificantes, lo que indicaría una transfusión sanguínea ilegal. Esos plastificantes pueden encontrarse en las bolsas donde se alamacena la sangre. Según el rotativo galo, el madrileño pudo haberse reinyectado su propia sangre el 21 de julio, día que dio positivo, sin ser consciente de que aún contenía clembuterol de un tratamiento previo. El rotativo francés apunta también que el laboratorio de Colonia que examinó las muestras de Contador usó un nuevo método para detectar esos plastificantes. El centro alemán es el único que puede descubrir una traza de clembuterol tan ínfima como la del cilcista de Pinto.