Fútbol | Tercera División

El Conil vende cara su derrota en Chapín (1-0)

  • Los de Lázaro Canto acarician hasta el final un empate que evita Camacho

  • Máyor, de penalti en el minuto 45, coloca líder al Xerez DFC

Goma se dispone a golpear el balón en presencia de Molina.

Goma se dispone a golpear el balón en presencia de Molina. / Vanesa Lobo

El Conil cayó en su visita a un Xerez DFC que se convierte en el nuevo líder del Grupo X-A de Tercera División gracias también a la derrota del Xerez CD en Rota.

Un gol de Máyor de penalti en el minuto 45 de la primera mitad sirvió a los xerecistas para quedarse con el máximo botín en un partido más intenso que brillante, con pocas oportunidades de gol y un final de infarto, en el que Camacho salvó los muebles.

El conjunto azulino entró con ganas al verde y se hizo dueño de la situación con más control del balón que el rival, pero le costaba hacer daño a un cuadro amarillo bien colocado y contundente.

Ni xerecistas ni jandeños animaban la tarde. Goma, en el minuto 35, enganchó un buen disparo desde la frontal del área pero se le marchó alto. Suficiente para que Chapín rugiese. En el 39’ llegó la ocasión más clara para los locales. Bello, entrando al segundo palo, mandó fuera un centro de Goma.

Y cuando el primer tiempo tocaba a su fin, Bello se internó en el área, salió del primer regate y luego fue derribado por Javi Gómez. El árbitro no dudó en señalar penalti. La pena máxima la transformó con calidad Máyor, que colocó el balón lejos de Fran Sánchez.

Tras el descanso, Lázaro Canto se vio obligado a hacer un cambio por lesión de Álvaro Vega. Y justo después Cuenca dejó una jugada con marca de la casa. Camacho, muy atento y rápido, le ganó la mano en el uno contra uno para evitar el empate (52’).

El Conil quemó sus naves en el minuto 75 y realizó un triple cambio. No se rendía. En el 88’, Edet cometió falta en el borde del área sobre Pau en. Cuenca se encargó del lanzamiento del libre directo, rebotó en la barrera y Camacho tuvo que meter los puños para mandar el balón a saque de esquina.

Y en el 90, otra vez apareció la figura de Camacho, en esta oportunidad para desviar un buen remate de cabeza de Luque estirando la mano hasta dónde casi nadie pensaba que podía llegar.

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