La suerte de los penaltis sonrió al Deportivo, que tras 120 minutos de tensión y los lanzamientos desde los 11 metros accede a la fase de grupos de la Copa de la UEFA.

Tras el 2-0 de la ida, el Dépor inició el duelo siguiendo el guión para tratar de remontar, principalmente con ataques por la izquierda. Era evidente que el planteamiento del técnico Miguel Ángel Lotina, que estaba sancionado y tuvo que sentarse en el palco de Riazor, nada tenía que ver con el de hace 15 días en Noruega.

Mientras, el Brann sorprendía con su juego, ya que no se limitaba a defender y buscaba cerrar la eliminatoria con alguna contra.

El primer tanto no se hizo esperar. Colotto desviaba a la red un córner botado por Riki desde la izquierda y ponía a la eliminatoria una emoción de la que carecía. Y cuando parecía que el gol que igualaría la eliminatoria no tardaría en llegar, se complicaron las cosas con la expulsión de Riki.

Pese a lo adverso de la situación, el Deportivo mandó tras el descanso y el dominio volvió a verse reflejado en el marcador en el minuto 75, con otro de Colotto.

En la prórroga el Brann Bergen demostró que el desgaste realizado era inferior al de su rival y, en cierta medida, impuso su poderío físico. Sin embargo, los gallegos aguantaron y Aranzubía decidió en la suerte de los penaltis.