La selección española tendrá un exigente inicio de camino en el Mundial de Brasil de la defensa del título conquistado en Sudáfrica, en un duelo ante la subcampeona del mundo Holanda, la potente Chile y Australia como cenicienta del Grupo B.

Nunca España tuvo un grupo tan complicado en un Mundial en la historia reciente. Su camino al éxito en Sudáfrica lo inició con sufrimiento frente a Suiza, Paraguay y Chile. A un paso del abismo tras la derrota ante Suiza, la tensión que se respiró ante planteamientos duros de paraguayos y chilenos ya no se volvió a sentir. Superado el miedo al fracaso, los jugadores de Del Bosque desataron su fútbol hasta la conquista del título. Aprendieron que nunca se debe perder en el estreno. Las consecuencias son tremendas y te deja caminando en el alambre.

Lo tendrán presente en el peor debut posible en Brasil 2014, ante Holanda, en la reedición de la última final que pasó a ser el capítulo más brillante de su historia con la parada salvadora de Iker Casillas a Arjen Robben y el gol en la prórroga, en el minuto 116, de Andrés Iniesta. Aquella final engrandeció la fama de eterna aspirante de Holanda. Ni con Johan Cruff con la naranja mecánica, una generación que cambió el fútbol, tocó la gloria. Ahora, la generación de Robben, Van Persie y Wesley Sneijder llega a Brasil tras una inmaculada fase de clasificación pero con el fracaso en la mente de la Eurocopa 2012, en la que perdió sus tres partidos de grupo para ser eliminada cuando era señalada como una de las candidatas a destronar a España. La selección que dirige Louis Van Gaal ha cambiado su cara en defensa, su punto débil. El historial de enfrentamientos con España no puede ser más igualado. Cinco victorias para los españoles, cuatro para los holandeses y un empate.

Más favorecedor es para España el historial ante Chile, su segundo encuentro en el Mundial 2014, con ocho victorias y dos empates. El duelo de la Roja europea ante la Roja sudamericana ya es un clásico reciente. Se enfrentaron en Sudáfrica y en dos amistosos en los que sufrió España. Primero para ganar 3-2 remontando en los últimos minutos con doblete de Cesc Fábregas y el último empatando a dos también gracias a un tanto en el tiempo añadido de Jesús Navas. Chile es el único rival que no quería en el sorteo Vicente del Bosque. Representa un fútbol incómodo para el rival, de presión asfixiante, orden táctico y la calidad técnica de sus referentes: Arturo Vidal y Alexis Sánchez. Será la vuelta a Maracaná, el escenario donde perdió la última edición de la Copa Confederaciones, superado con claridad por Brasil.

España cerrará su participación en el Grupo B protagonizando el primer enfrentamiento de su historia ante Australia, una selección que accede al Mundial a través del grupo asiático, con un bloque de jugadores veteranos que sigue liderando el delantero Tim Cahill y con Ange Postecoglou como seleccionador. Será su tercera presencia consecutiva en la gran cita, con una misión imposible: superar los octavos de final que alcanzó en el 2006.

La suerte no favoreció a España en cuanto a rivales ni el posible cruce, que hipotéticamente sería Brasil si no queda primera de su grupo. Sí lo hizo en climatología y distancias. Jugarán en Salvador de Bahía, Río de Janeiro y Curitiba, donde establecerá su 'cuartel general'. Recorrerá un total de 1.886 kilómetros en la fase de grupos, alejado del asfixiante calor y el alto nivel de humedad.