El Chiclana sucumbió estrepitosamente a todos los fantasmas que había que eludir, según las propias palabras de Lupi en la previa. El conjunto blanco mantuvo la posición y el control del partido los primeros veinte minutos, con la mala suerte del gol en propia puerta de Mochilo, que adelantaría a partir de entonces al Cabecense.
Justo a la media hora y en cuestión de un minuto los sevillanos sentenciaron el choque, con los tantos de Enrique y Seba.
En la reanudación, los chiclaneros fueron incapaces de reaccionar, empezaron a acumular errores y Pitu les salvó de una goleada mayor. Burrita puso el broche al buen partido de los suyos en el 83’.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios