Arranque de año muy diferente para Chiclana y Puerto Real en la División de Honor Andaluza, ya que mientras que los blancos vuelven a escena con la ilusión de prolongar su buena racha, los verdiblancos se ven obligados a parar de nuevo por culpa del Covid-19.

El equipo chiclanero visita este domingo a partir de las 12:00 horas a la Peña Rociera en el Municipal Manuel Adame con el propósito de que no pare la dinámica positiva de las últimas jornadas. De hecho, dos victorias consecutivas frente a rivales de empaque como Guadalcacín y Alcalá, la tercera en los últimos cuatro encuentros, han permitido a los chiclaneros abandonar el farolillo rojo y volver a mirar la botella medio llena en la lucha por la permanencia, que se ha convertido en el objetivo prioritario dadas las circunstancias.

En estos momentos el titular de Chiclana se halla situado en la octava posición, con 10 puntos, apenas sin ventaja respecto a sus perseguidores, no en vano saca un punto al Puerto Real y dos al colistga San Roque. Desde luego poco margen como para confiarse.

Por su parte, los puertorrealeños, que tenían que visitar esta primera jornada de 2021, también primera de la segunda vuelta, al San José, tendrán que guardar reposo obligado por los casos de coronavirus detectados en su plantilla, una experiencia ya vivida este mismo curso y que en última instancia ha propiciado que siga pendiente el duelo con el Algabeño.

Los verdiblancos, que encadenan cinco partidos sin conocer el triunfo, han pasado de codearse con la clase alta a ocupar plaza en los puestos peligrosos.