Chiclana y Conil disputan hoy un atractivo encuentro que adquiere la etiqueta de derbi al medirse dos equipos de municipios que están pegados el uno al otro. El encuentro se presenta equilibrado, con un pronóstico incierto y sin papel de favorito para ninguno de los dos, que ponen a prueba la buena marcha de los últimos tiempos.

Las dos escuadras empataron en sus respectivas citas de pasado fin de semana. Los chiclaneros arañaron un valioso punto del Pozoblanco -segundo clasificado- y los jandeños igualaron en casa ante la Olímpica Valverdeña. El de hoy es un envite de difícil pronóstico entre dos contendientes que se mueven en la zona media de la tabla. Los locales ocupan la undécima posición con 19 puntos, tres menos que los visitantes, décimos con 22.

El conjunto chiclanero, que hoy ejerce de local, dispone de cuatro bajas: Fali, Joaqui Cornejo, Maye y Nico. Pese a las ausencia, el reto que se marca el entrenador, Raúl Procopio, es hacer bueno el empate cosechado en Pozoblanco e igualar al Conil en la tabla. "Tenemos una oportunidad de alcanzarlo porque jugamos en casa. Es un partido difícil entre dos equipos que llevan una buena trayectoria".

Procoopio opona que "nos interesa hacer un partido práctico que se presenta igualado y se puede decidir por pequeños detalles. Todos nos conocemos muy bien".

El Conil se asoma al Municipal de Chiclana con la única ausencia de Fran Ponce, sancionado con un partido por acumulación de amonestaciones. El resto de los integrantes de la plantilla está a disposición del entrenador, Juanma Carrillo. El técnico, al igual que su homólogo, prevé un encuentro complicado en especial "porque todos nos conocemos mucho". A su juicio, será un duelo "difícil para los dos equipos". Cualquier detalle puede inclinar la balanza hacia un lado u otro. Varias pueden ser las claves del partido a su entender: "el que mejor sepa competir, el que esté más tranquilo en el campo y el que se adapte mejor al encuentro".