El Cádiz arañó un punto en su visita a Málaga que le resulta suficiente para no caer en puestos de descenso pero alargó una semana más el sufrimiento de sus seguidores, que tendrán que esperar a los partidos ante el Sevilla Atlético y el Hércules para ver a los amarillos certificar de una vez por todas la permanencia matemática. El conjunto amarillo rompió el precedente sembrado esta temporada y acabó con el dicho de "a entrenador nuevo victoria segura", tal y como sucedió anteriormente en los estrenos de García Remón, Calderón y Procopio, aunque consiguió un punto que puede resultar de lo más valioso para lograr la salvación.

Julián Rubio, que durante la semana aseguró que no habría revolución en el once, sorprendió a propios y extraños con su primera alineación como técnico de los amarillos y rescató al olvidado De Quitana para el centro de la defensa, colocó a César de lateral derecho, a Abraham Paz haciendo pareja en el mediocentro con Bezares con Parri por delante y una novedosa línea de tres puntas con Dani, Natalio y Gastón Casas. No puede decirse que el experimiento saliera del todo mal, ya que los amarillos dominaron el juego especialmente durante la primera parte aunque, eso sí, cuesta recordar algún tiro entre los tres palos del conjunto cadista.

El Málaga por su parte jugaba a rachas durante el primer periodo y no acabó de coger las riendas del partido aunque dispuso de las mejores ocasiones del mismo, especialmente con los lanzamientos lejanos de Antonio Hidalgo y las internadas por banda de Calleja. Con un Cádiz nulo en ataque, encomendado a la inspiración de un Natalio que sólo apareció a ratos, pero bien plantado en defensa, se llegó al descanso. El Albacete certificaba en esos momentos su victoria ante el Éibar y con un gol malaguista los de Julián Rubio caerían a puestos de descenso a Segunda División B. Cara de drama entre los aficionados amarillos.

Tras el descanso el partido se rompió un poco aunque el Cádiz continuó demostrando solvencia atrás. En estas llegó la mejor ocasión del partido para los amarillos, en una jugada ensayada (y eso ya es noticia) que no llegó a rematar por los pelos el colombiano De la Cuesta. Cuando parecía que el Cádiz podía creerse la posibilidad de sacar los tres puntos de La Rosaleda llegó la justa expulsión de Bezares tras una dura entrada en el centro del campo. Segunda amarilla y a la caseta.

La tarjeta roja dejó tocados a los cadistas, que se metieron atrás y entregaron el dominio del cuero al conjunto albiazul, que ante una situación tan favorable se creció y a punto estuvo de desequilibrar el marcador por medio de Iván Rosado. Los de Julián Rubio se atrincheraron atrás y se dedicaron a achicar balones para defender un empate válido para no caer a puestos de descenso.

A falta de cinco minutos para el final se equilibraron las fuerzas entre ambos conjuntos con la expulsión de Calleja por doble amarilla tras fingir un penalti y los dos equipos parecieron conformarse entonces con el resultado. Un punto que también sirve a los malaguistas para permanecer una semana más en puestos de ascenso con un solo punto de ventaja sobre la Real Sociedad, que también cedió un empate en casa ante el Salamanca. Al final, un punto para cada uno y todos contentos.

- Ficha técnica:

0 - Málaga CF: Goitia; Gámez, Weligton, Silva (Hélder, m. 57), Valcarce; Paulo Jorge (Cheli, m.26), Carpintero (Eliseu, m. 78), Hidalgo, Calleja, Apoño y Rosado.

0 - Cádiz: Contreras; César Caneda, Abraham Paz, De la Cuesta, Raúl López; Dani, Bezares, De Quintana, Parri (Gustavo López, m. 61), Gastón Casas (Enrique, m. 77) y Natalio (Fleurquín, m. 69).

Árbitro: Pérez Lima (Comité Tinerfeño). Mostró tarjeta amarilla a los malaguistas Sandro (m.67), Calleja (m. 75 y 85) y Valcarce (m. 81) y a los jugadores del Cádiz, Raúl López (m. 4), Parri (m.14) y Bezares (m. 34 y m. 68).

Incidencias: Partido correspondiente a la cuadragésima jornada de Liga de Segunda División disputado en el estadio de La Rosaleda de Málaga ante unos 25.000 espectadores.