Aunque los comentarios se disparan en estas fechas, cuando está a punto de abrir de forma oficial el mercado de invierno, la realidad es que hasta el día de ayer la única oferta formal que ha recibido el Cádiz correspondió a la de Lucas Lobos, ya traspasado al Tigres de México. A partir de aquí, rienda suelta a la rumorología pero nada de nada. En el club gaditano no se cuenta en la actualidad con una propuesta por algún jugador de la plantilla que tiene a sus órdenes Antonio Calderón.

El Cádiz, por lo tanto, continúa buscando los dos jugadores que no terminan de equilibrar el plantel desde el pasado verano. Las posiciones a cubrir tampoco han cambiado con la notable mejoría del equipo en las últimas jornadas. La petición es la misma: un delantero y un jugador para la banda derecha, donde el equipo sólo cuenta con Enrique. A partir de aquí, todo lo que se diga sobre el fichaje de un organizador o de un jugador para la banda izquierda pierde peso porque esta posibilidad depende de la salida de un segundo jugador, tras la de Lobos. El club cadista tiene muy clara sus prioridades: primero fichar y después soltar lastre.

Como ahora mismo no hay ofertas por algún jugador, los dirigente siguen adelante con las negociaciones para reforzar el equipo cuanto antes. Y ya lo hacen con el tiempo casi encima si se compara con la temporada pasada, cuando a esta altura se había cerrado la cesión de Pablo Hernández. También es cierto que el mercado está este año incluso más complicado.

Plantearse un segundo traspaso o la marcha de algún futbolista que no entra en los planes del entrenador es ahora mismo una opción que apenas ha empezado a cocinarse. Los agentes que contactan con la secretaría técnica cadista lo hacen para pedir informes o preguntar por la situación de algún jugador. Algo a cambio, nada de nada. El nombre de De la Cuesta es el que, en teoría, más se aproxima como candidato a ser vendido, aunque se trata de un interés sin pruebas. Es más, el Valladolid -él club que más ha insistido en él- podría descolgarse de una posible pugna porque ha sido denunciado por un acreedor que solicita que el club sea intervenido por un administrador, debido a la elevada deuda que arrastra, estimada en unos 30 millones de euros.

Y como el Cádiz se mantiene centrado en las incorporaciones, también se van despejando algunas incógnitas. Por ejemplo, a pesar de la presencia de José Manuel Barla en Escocia, ahora en el mercado de invierno no vendrá nadie de las Islas Británicas. El secretario técnico ha recabado información, aunque la intención es barrer un poco más el mercado nacional porque parece el adecuado para las necesidades y posibilidades cadistas.

Sin plantearse plazos, la intención es contar con alguna cara nueva antes de que el plantel regrese al trabajo después de las vacaciones. La primera sesión tendrá lugar el sábado por la tarde.

Para firmar a más de dos jugadores ahora en invierno, el Cádiz tiene muy claro que alguien tendría que abandonar el equipo.