Deportes

El Cádiz denuncia el intento de soborno a Dani Cifuentes

  • Una llamada desde un número oculto le ofreció 90.000 euros por provocar el triunfo del Real Unión en Irún

El Cádiz presentó el pasado viernes 22 de mayo una denuncia en la Comisaría Provincial por el intento de soborno de su futbolista Dani Cifuentes, quien, varios días antes del encuentro de vuelta de la eliminatoria de ascenso a Segunda División A en Irún, recibió una llamada de un número oculto en la que alguien, presuntamente vinculado con el Real Unión, le ofrecía 90.000 euros a él, y una cantidad idéntica a su representante, por provocar la derrota del equipo amarillo.

Santiago Pozas y Julio Peguero, director general y director deportivo de la entidad cadista respectivamente, fueron los encargados de presentar una denuncia a la que aportaron la grabación de dicha llamada, sobre la que ya están trabajando los investigadores de la Policía Nacional, que han solicitado a Telefónica la identidad de ese número secreto para intentar llegar hasta el tramposo.

Este tipo de llamadas a futbolistas, estando de por medio el cuadro irundarra, han proliferado durante esta fase de ascenso. El periódico deportivo Mundo Deportivo desveló la pasada semana que algunos jugadores del Sabadell también habían recibido una llamada telefónica de un número oculto en la que se les ofrecía una cantidad de dinero por dejarse perder en el partido de ida disputado en la Nova Creu Alta ante el Real Unión. Lo que entonces no pasó de ser un rumor tomó más cuerpo a lo largo de la semana, después de la derrota, hasta el punto de que el presidente Jaume Soteras realizó unas declaraciones en las que veladamente implicaba al Real Unión. Ricardo García, presidente del club vasco, harto de la situación, aseguró a la prensa catalana que la información no tiene "ni pies ni cabeza" calificándola de "tendenciosa" y "de mal gusto" y tras ponerse en contacto con el presidente catalán instó al Sabadell a "denunciar" el caso para que se investigue el origen de las llamadas, que es precisamente lo que han hecho los dirigentes del Cádiz, que pretenden llegar hasta el fondo de la cuestión para erradicar esta práctica. Antonio Muñoz, presidente cadista, aseguró ayer que "precisamente se cambió el formato de la fase de ascenso para evitar suspicacias".

El comportamiento de los dirigentes irundarras durante la eliminatoria con los gaditanos dejó mucho que desear, sobre todo en el encuentro de vuelta, en el que humillaron a la afición cadista, situándola en una grada tercermundista, sin tan siquiera servicios, con la policía autonómica vasca vigilando todos sus movimientos y unos altavoces al máximo volumen situados justo encima de sus cabezas. Pese a los intentos de Antonio Muñoz y Julio Peguero por remediar la situación, el gerente del Real Unión hizo caso omiso y prosiguió con su maltrato.

Como dato curioso, recordar que los enviados especiales de Diario de Cádiz a Irún captaron justo el día anterior al encuentro una reunión en el hotel de concentración cadista entre Cifuentes, su agente y el vicepresidente del Real Unión que despertó ciertas suspicacias y que todos los protagonistas se apresuraron a catalogar como de reencuentro de viejos conocidos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios