El Nuevo Los Cármenes de Granada se constituyó ayer en la última parada de José Luis Burgueña en su paso por el banquillo de la Real Balompédica. La directiva que encabeza Alfredo Gallardo ha convocado rueda de prensa en la mañana de hoy para hacer oficial lo que desde anoche es un secreto a voces: que no puede seguir manteniendo al técnico vasco en su cargo. No sólo se trata de las 15 jornadas sin conocer el triunfo de los albinegros ni de su condición casi perenne de farolillo rojo, es que ayer, además, ofreció una imagen de colista faltó de ilusión, resignado a su suerte.

Los albinegros encajaron una derrota que incluso debió ser más amplia.

Los dos equipos empezaron el partido nerviosos. A poco del descanso del descanso, el Granada dio el paso adelante, se hizo con las riendas y, cómo no, en una jugada que nació a balón parado, llegó el 1-0 obra de Lucena. Este gol fue psicológico. Los granadinos asediaron la puerta de David Pérez a la vuelta de vestuarios, ante un equipo moribundo sobre el terreno de juego. Altuna y Diego Martínez pusieron fin a la goleada local.