Fútbol l Segunda División A

Buenaventura marca las claves en una situación límite

  • El recuperador cadista vivió en primera persona cinco salvaciones 'in extremis'

Ahora más que nunca se necesitan voces expertas para arropar a un equipo que intenta animarse como buenamente puede, pero que está preso de los nervios antes del encuentro de Alicante. Si se trata de encontrar a un profesional que haya vivido alguna situación al borde del límite, no hay que irse muy lejos. Lorenzo Buenaventura vivió en primera persona cinco salvaciones en el último partido y tiene clara la teoría de cómo hay que afrontar un partido como el de mañana. El sevillano cree que hay varios pasos de obligado cumplimiento para salir victorioso del Rico Pérez.

"Lo primero que hay que hacer es intentar por todos los medios recuperar a nivel individual la autoestima de los jugadores. En el plano colectivo, si cada uno de ellos rinde a un nivel de siete puntos, se puede esperar un buen resultado. Además, hay que enterrar todos los pensamientos negativos porque en el deporte no se puede decir que no se pueda ganar un partido, sobre todo cuando se trata de una final sólo para uno de los dos", explica el recuperador y preparador físico del conjunto amarillo.

Una vez que el balón eche a rodar, el equipo deberá tener las ideas muy claras para no equivocarse a la hora de afrontar el juego. Buenaventura subraya algunos aspectos que no pueden faltar en el guión de los cadistas: "Hay que jugar con templanza y procurar que no aparezcan connotaciones extrañas como una expulsión innecesaria o algún fallo que cueste caro. Si eso no se produce, el equipo debe asentarse pronto porque hay jugadores con suficiente potencial como para ganar al Hércules y a cualquiera. Hemos hecho buenos partidos contra los equipos de arriba y eso nos debe dar moral. Pero, por encima de todo, hay que estar concentrado en todo momento. Cuando no tengamos la pelota debemos estar plenamente concentrados y cuando la tengamos hay que tener una actitud agresiva bien entendida para llegar al área del rival. Está claro que necesitamos marcar uno o dos goles para estar tranquilos".

Parece evidente que la plantilla amarilla necesita para este encuentro algo más que una simple charla táctica. En el día de ayer, Julián Rubio mantuvo una charla personalizada con la mayor parte de los futbolistas que viajarán hoy a Alicante. El trabajo psicológico, pues, ya ha comenzado... "Ya se está haciendo un buen trabajo en el plano psicológico. Hemos estado viendo qué jugadores tienden a estar más tensionados y más responsabilizados. A cada jugador, por su forma de ser, hay que darle las herramientas necesarias para sobrellevar la situación actual. A unos hay que subirles más la autoestima, a los que son de aquí hay que orientarles sobre cómo actuar ante esa responsabilidad, a los que están más desconfiados hay que convencerlos para que recuperen el optimismo... Estamos en ello e insistiremos en las horas previas al partido. Puede ser un elemento fundamental porque la clave está en la cabeza de los futbolistas", subraya Buenaventura.

Pero, claro está, no se trata de una partida de ajedrez en la que sólo sea determinante el planteamiento y la destreza mental. En un partido de estas características será decisivo que el Cádiz se muestre como un bloque y no como un cúmulo de individualidades. Que al menos, por una vez, el trabajo colectivo se imponga: "Tenemos que ser un equipo, todos debemos ir a una arriba y abajo. Nos enfrentamos a un rival que se juega la dignidad profesional y lo pondrá complicado. Por eso, si nos partimos en dos llevados por la ansiedad, lo pasaremos muy mal".

A diferencia de otras ocasiones históricas en las que el Cádiz dependía de otros resultados para mantenerse, ahora basta con ganar para lograrlo. "Hemos hecho un pésimo campeonato, pero no debemos estar pendientes de nadie y eso nos tranquiliza. Lo que falta es que se note que nos estamos jugando la vida".

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