El partido de esta noche en el Benito Villamarín abre la vigésima séptima jornada de Liga con un Betis que si gana alcanzaría la psicológica barrera de los 43 puntos, que virtualmente le asegurarían la permanencia, que Osasuna aún ve demasiado lejos con sus 28 puntos.

Los béticos superaron una mala racha con su contundente victoria ante el Málaga (3-0) y con el empate a tres en Anoeta ante la Real Sociedad (3-3) y ahora afrontan el partido ante la formación pamplonesa a tres puntos del cuarto clasificado.

Pepe Mel, que ha cambiado por la lluvia los planes y ha entrenado a puerta cerrada en la ciudad deportiva para reservar el césped del estadio, ha recuperado al delantero colombiano Pabón, al extremo Juan Carlos y al central Mario, los tres titulares en San Sebastián.

Son bajas por lesión el extremo Vadillo y los centrocampistas Salva Sevilla y Rubén Pérez, mientras que el sueco de origen uruguayo Molins no está todavía al cien por cien en su condición física y el nigeriano Nosa Igiebor, por su parte, sigue aún en su país para conseguir los documentos con los que pueda regresar y trabajar en España.

Mel ha dejado entrever que el goleador del equipo, Rubén Castro, aún no está plenamente recuperado de sus problemas musculares y que por ello podría ocupar otra vez puesto en el banquillo, y que hoy decidirá quien será el lateral derecho, Ángel o Chica.

Por su parte, Osasuna jugará con el objetivo de conseguir su tercera victoria fuera de Pamplona y de recuperar los tres puntos que se llevó el Athletic en el último partido de Liga.

La plantilla de Osasuna se toma el tropiezo del Reyno de Navarra ante el equipo vizcaíno como un accidente y espera seguir la buena racha de resultados logrados fuera, los dos últimos ante el Mallorca (1-1) y Levante (0-2). Mendilibar recupera al defensa central Rubén, quien cumplió ante el Athletic un partido de suspensión, y al centrocampista Annan.