Cuando en Cádiz hay un regalo, nadie escatima esfuerzos. Es lo que pasó anoche con el partido por el título. El club entendió que la única manera de evitar otro descalabro en cuanto a imagen era 'cerrando' las taquillas. Dicho y hecho. Entradas gratis para los abonados de la Liga y del Trofeo. Por cierto, un detalle merecido.

Fue una final con poca gracia, aunque ruidosa por una afición que respondió con cánticos y aplausos ininterrumpidos a cada gol del Sevilla. Es lo que queda ante la superioridad de un rival. El público sigue a años luz de su propia entidad y si no ha retirado más abonos para el torneo es porque la economía doméstica del gaditano está para poco.

Aspecto negativo que Fleurquin sólo brindara la mano a Navas cuando éste llevaba un banderín en la otra. Cuestión de protocolo. Mucho mejor el acto de entrega de las copas, con más seriedad y rigor que otras veces. Sobró que los sevillistas repitieran dureza al fracturarla por la mitad. Muy presente el recurso ante el CEDD, recuerdo a un cadista de Ronda fallecido, y por fin el nuevo sponsor en las camisetas. Más vale tarde que nunca.

En Fondo Norte se estrenaron fuertes con una pancarta para la que sobran comentarios: 'Muñoz, compra el Xerez'.