Ruth Beitia, capitana de la selección española en los Europeos de Amsterdam, aspira hoy a un logro inédito: ganar tres títulos consecutivos en altura, después de dominar la ronda de clasificación en una jornada inaugural prometedora para el atletismo español.

Un salto de 1,92 metros, exactamente la marca requerida, metió a la cántabra en su vigésima séptima final en alta competición: dos olímpicas, 13 mundiales (cinco al aire libre y ocho en sala) y 11 europeas (cinco a la intemperie y seis a cubierto). Fue la única saltadora del grupo B que renunció a las tres primeras alturas (1,70, 1,75 y 1,80 metros), para comenzar en 1,85. Hizo un nulo en 1,89, pero superó después sin problemas los 1,92 metros. "Queremos conseguir algo grande y ahora toca pensar en las medallas", señaló.

También se ganaron plaza en sus finales Sebastián Martos, Fernando Carro (ambos por puestos) y Abelaziz Merzoughi (por tiempos) en los 3.000 obstáculos; Eusebio Cáceres (7,91 metros), en longitud; Úrsula Ruiz (16,86), en peso; Sabina Asenjo (59,72), en disco; y Berta Castells (68,07), en martillo. Dejó una grata impresión el equipo español, que se batió al nivel de la potencia media que fue durante años. Otros ocho pasaron a semifinales: Ángel David Rodríguez (10,40 segundos) en los 100 metros; Estela García (23,40) y Nana Jabob (23,43), en los 200, aunque por la tarde ya no pudieron pasar ala final; Lucas Búa (47.00) y Aauri Lorena Bokesa (53.46), en los 400; Esther Gerrero (2.03,72), en los 800; y Caridad Jerez (13,21), en los 100 metros vallas.

Eusebio Cáceres, cuarto hace dos años en Zúrich, volverá a disputar la final continental gracias al salto de 7,91 que cazó en el tercer y último intento aprovechando un viento favorable de +2,1. Por contra, su compañero de disciplina Jean Marie Okutu se quedó a un centímetro de la final, con 7,80 (+2,2) en el primer turno. Luego fue a menos: 7,62 en el segundo y 7,61 en el último intento.

Mejor incluso fueron las cosas en el tartán. Sebastian Martos, Fernando Carro y Abdelaziz Merzoughi, los tres españoles que compiten en los 3.000 obstáculos, se ganaron el puesto en la final de los campeonatos de Europa.

Indira Terrero, medallista de bronce en los Europeos de Zúrich 2014, abandonó lesionada en primera ronda de 400 cuando marchaba retrasada en la cuarta serie y causará baja también en el relevo, mientras que Aauri Lorena Bokesa se clasificó para las semifinales. También logró el objetivo Lucas Búa, que ganó la segunda serie con 47,00, justo un segundo por encima de su mejor marca de la temporada. En la siguiente ronda acompañará a Samuel García, exento por estar entre los 12 primeros del ránking europeo.

La veterana Berta Castells, plusmarquista español de martillo con 70,52 metros, estará por tercera vez en una final europea gracias a un lanzamiento de 68,07, la última marca de las 12 que daban acceso a la final., mientras que para la leonesa Sabina Asenjo la de hoy será su primera final de unos campeonatos de Europa, después de haber lanzado 59,72 metros en la ronda de clasificación. La marca requerida (58,00) no resultó demasiado exigente, de ahí que 15 atletas se ganasen el derecho a estar en la final en lugar de las 12 habituales.

Por su parte, el alicantino Jorge Ureña terminó tercero con 4.152 puntos la primera jornada del decatlón y conserva intactas sus esperanzas de podio y de alcanzar la mínima olímpica (8.100). El ucraniano Oleksiy Kasyanov domina la combinada después de cinco pruebas con 4.234 puntos, seguido del serbio Mihail Dudas con 4.199. Ureña tiene un récord personal de 7.985 puntos y aspira a superar la barrera de los 8.000 y la mínima para Río.

Pero la protagonista de la jornada fue Yasemin Can. Nacida en Kenia hace 19 años y nacionalizada turca en mayo del 2015, consiguió la primera medalla de oro en juego de los campeonatos al ganar la final directa de 10.000 metros con una marca de 31.12,86. La jornada inaugural puso en escena, aunque brevemente, a Renaud Lavillenie, plusmarquista mundial y campeón olímpico de pértiga. El francés dejó pasar el tiempo hasta que el listón se situó en 5,60 metros. Un salto, a la final y al hotel a descansar.