Joan Barreda logró la victoria en motos en la cuarta etapa del Dakar, mientras que Carlos Sainz (Buggy) firmó una jornada de infausto recuerdo que hipoteca su participación en el raid sudamericano en la categoría de coches.

Barreda sumó su segunda especial y recuperó un sitio entre los aspirantes. Ascendió a la cuarta plaza y se sacó la espina del lunes, enturbiado por una rueda trasera dañada. Se dio un paseo tras adelantar a 15 pilotos y establecer el mejor tiempo por tercera vez en su carrera. Su crono, ocho minutos y 23 segundos más rápido que Olivier Pain -el nuevo líder-, lo aúpa a los puestos de privilegio, copados por franceses: David Casteu es segundo y Cyril Despres, tercero. Pain recogió los frutos del trabajo de Yamaha y de la constancia mostrada desde la salida. Heredó el liderato con una ventaja de 2.24 sobre su compañero Casteu.

En coches, venció el qatarí Nasser Al-Attiyah (Buggy). El medallista olímpico en tiro pilotó más rápido que nadie en un día marcado por la avería de Carlos Sainz, quien alargó su condición de piloto desafortunado. El vencedor de 2011 conquistó en Arequipa su decimosexta victoria de especial en el Dakar.

Por detrás de los dos grandes triunfadores del día apareció Peterhansel, que optó por mantener un ritmo sostenido. El español Nani Roma -quinto en la general- llegó a meta con siete minutos y 27 segundos de diferencia respecto al Al-Attiyah. Se ha convertido en el español con más opciones de victoria tras el infortunio de Sainz, quien ya comenzó la jornada de la peor manera posible: la organización le devolvía los 21 minutos de sanción por el fallo de su navegador en una etapa previa y, para colmo, se topaba con una avería a 15 kilómetros del final. Acabó en la posición 40º, a dos horas y 26 minutos del ganador y ahora se encuentra a más de tres horas en la general.