El Balón de Cádiz no tiene freno. El equipo de Jesús Casas cierra el año con una clara victoria en Puerto Serrano, donde tuvo que ponerse el mono de trabajo en la segunda parte para hacerse con la victoria. Con 38 puntos al término de la primera vuelta, el equipo capitalino tiene mucho terreno recorrido para militar la próxima temporada en Primera Andaluza, y sus números van camino de récord. El trabajo de Casas sigue siendo extraordinario en una campaña en la que el equipo que entrena es la mejor imagen en cuanto a labor de cantera dentro de la entidad cadista.

Lo peor del partido de ayer fue la agresión sufrida por el árbitro, que fue alcanzado con una patada en la espalda cuando se retiraba a los vestuarios. El trío arbitral se encerró en su vestuario y sólo abrió la puerta a las Fuerzas del Orden, que se personaron poco después en el campo. Asimismo Borrego Gutiérrez no hizo entrega del acta. Es de esperar una dura sanción sobre el club local.

En cuanto al partido, el Puerto Serrano dio la campanada a los 54 segundos al marcar Pepe. El tanto espoleó a los locales, que se fueron con descaro pero poca puntería hacia la portería de Tomás.

Cuando el Balón se metió en el partido el control pasó a poder de sus jugadores, lo que aprovechó Álvaro López para colocar las tablas. El empate dejó descolocado al cuadro de casa, que sufrió hasta el descanso para evitar un segundo gol.

Pero no pudo hacerlo en la primera jugada de la reanudación, cuando el extremo Javi Catalán adelantó a los balonistas con un gol muy oportuno. No arrojó la toalla el Puerto Serrano porque su entrenador movió el banquillo en busca de una reacción que pudo llegar en el minuto 64. Moi gozó de una pena máxima, aunque su lanzamiento lo detuvo Tomás. Esta jugada terminó de hundir a los jugadores serranos, que a partir de aquí apenas encontraron fisuras por las que acercarse al área visitante.

Sí lo hizo el equipo de Casas con más efectividad, ya que Fran Mejías cerró la cuenta en el tramo final en una acción que sentenció el duelo. Después, el final y la agresión al colegiado.