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Azarenka, entre la batalla por la custodia de su hijo y el tenis

Victoria Azarenka intentó en los últimos dos años retomar sin éxito los días de gloria que vivió cuando fue la número uno del ranking mundial por más de 50 semanas entre 2012 y 2013. Problemas de salud, familiares y un pleito por la custodia de su primogénito han marcado el difícil camino que la llevó al descender al puesto 204 de la lista WTA.

La ganadora de dos Gran Slam, que no había jugado de manera competitiva desde el torneo de Wimbledon de 2017, recuperó parte del brillo en Indian Wells tras vencer a Heather Watson. El 2016 fue para Azarenka una montaña rusa de emociones. Ganó Indian Wells y semanas después el Miami Open. Los dolores de rodilla parecían haber desaparecido y el ánimo crecía. Sin embargo, el segundo semestre de ese año las cosas comenzaron a complicarse. En junio anunció junto a su entonces pareja Billy McKeague su embarazo y en diciembre dio a luz a su primogénito Leo. La recuperación física se mezcló con sus estudios de Economía y Derecho en la Universidad de California y la lucha de su madre contra un cáncer de pecho que parece haber desaparecido.

Meses después, la tenista se separó abruptamente de McKeague y desde entonces enfrenta un pleito por la custodia de Leo, que cumple en pocos días 15 meses. Azarenka, de 28 años, tomó casi como una obsesión la crianza de su hijo y decidió perderse las principales competiciones del calendario debido a que no puede salir con él de California, donde reside, hasta no tener una deliberación a su favor. Su regreso a las canchas esta semana fue tan aplaudido como el de Serena Williams. El apoyo del público, que la siente como una de las locales, fue determinante para la bielorrusa. "¡Qué momento tan emocionante! escribió en Instagram, red social en la que comparte constantemente fotografías de su pequeño.

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