Conforme se acerca el partido contra el Puertollano, el ambiente en San Fernando va en aumento a la espera de un choque clave para el futuro deportivo e institucional del club azulino. La marea isleña responderá de nuevo, como en las grandes ocasiones, para que el equipo sienta su apoyo y logre lo único que va a quedar en sus manos: la victoria.

Y mientras tanto la plantilla del San Fernando continúa trabajando para llegar en las mejores condiciones físicas y anímicas al encuentro. En la jornada de ayer la sesión preparatoria se desarrolló en el estadio Bahía Sur, escenario del decisivo duelo del domingo (18:00 horas). Se trataba de la segunda cita de trabajo de la semana, en la que Juan Antonio fue desgranando lo que tiene en mente en forma de once para tumbar al Puertollano.

El entrenador, por sus ensayos e indicaciones, dejó entrever que maneja cambios y que piensa en una apuesta de peso para no fallar en la última cita liguera. El preparador isleño piensa en colocar toda su artillería pesada en el once inicial. La traducción es que jugadores como Canito, Iván Guerrero, Javi Casares y Puli dotarán de un evidente sello ofensivo al equipo tanto en el centro del campo como en la delantera, ya que apremia la necesidad de sumar los puntos.

Todo hace indicar que habrá pocos cambios en la defensa, en la que estarán Regino y Merino en los laterales derecho e izquierdo, respectivamente, y Germán y Wicha en el centro. Las novedades de los azulinos podrían aparecer en la medular y el ataque, donde podrían compartir alineación jugadores de evidente talante ofensivo como Puli, Iván Guerrero, Javi Casares y Canito, quedando Porto y Casabella como perros de presa en la destrucción, y Marco como futbolista de corte creativo.