Buena parte de las esperanzas ofensivas del Racing pasan por Andrés Armada Pozo (Córdoba, 29 años, 1,85, 80 kilos). El futbolista, que ha militado en conjuntos como Córdoba, Numancia, Algeciras, Cádiz o Talavera y que recala en la entidad portuense procedente del Alcalá, afirma sentirse "muy a gusto en el equipo y en la zona, que conozco perfectamente de mi estancia en Cádiz y a la que uno se adapta muy bien".

El delantero considera otro factor positivo la coincidencia con jugadores con los que ya militó en otras escuadras y muestra una buena impresión de la marcha de la pretemporada, toda vez que "cumple con sus objetivos habituales, que son los de coger tono físico e ir asimilando el sistema e ideas del entrenador".

El cordobés se define como un delantero "al que le gusta estar merodeando el área y que se mueve bien pese a su altura", que sabe aprovechar los balones que le llegan y que "lo da todo en el campo, de forma que nada se quede dentro".

El ariete cuajó una buena actuación en el amistoso disputado el sábado ante la Unión Deportiva Roteña, de Primera Andaluza, consiguiendo tres goles pese a jugar sólo los primeros 45 minutos. Armada reconoce que estos números "son muy importantes para un profesional y te van dando la confianza que de otro modo no se puede conseguir".

"Es muy difícil saber quiénes serán los mayores rivales este año, pues el grupo es muy fuerte y a los equipos que llegan de la división de plata, como Cádiz o Poli Ejido, se unen conjuntos con solera en Segunda B y recién ascendidos como la Balona o el San Fernando que, pese a esa condición, han confeccionado buenas plantillas" señala el fichaje racinguista, que apuesta por "ir partido a partido, sin pensar ahora en los contrincantes".

Armada reconoce que la pasada temporada en el Alcalá fue "dura", pues los sevillanos, que completaron una interesante primera vuelta, terminaron en Tercera, debido a que "se juntó todo en las jornadas definitivas, con tres meses sin cobrar y el campo en malas condiciones", si bien se muestra satisfecho de su rendimiento personal, ya que las nueve dianas que anotó "me han permitido firmar por otro equipo de Segunda B y tener esperanza en que todo vaya mejor esta próxima campaña".

Preguntado sobre la peculiaridad del césped del José del Cuvillo, dado su carácter artificial, Armada tiene claro que "es lo que hay, no se puede, de la noche a la mañana, con una varita, volverlo natural", por lo que entiende que lo más lógico es adaptarse a él cuanto antes, "ya que se trata de nuestro campo y debemos hacer de él una ventaja para nosotros y un problema para los visitantes".

El cordobés define el ambiente en el vestuario como " muy bueno, un clima que supone una sólida base para que todo marche adecuadamente" y considera muy positiva la competitividad que da por hecha en la zona ofensiva del once que entrena Ferri, donde luchará por una plaza con David Carrasco, Manolo Sanlúcar y Nacho Garrido, en un conjunto "con dos delanteros más altos y dos más bajitos" que pueden compenetrarse "con garantías".