José Mourinho cumplió su palabra y a las 21:20 saltó al césped del estadio Santiago Bernabéu para ser aplaudido o silbado por su propia afición, y se encontró con el apoyo de cerca de 10.000 aficionados que en ese momento estaban en las gradas del coliseo de la Castellana.

Con abrigo oscuro y rostro serio, el portugués salió al terreno de juego ante gran espectación mediática pero con la presencia de unos 10.000 hinchas en las gradas. La respuesta mayoritaria de los seguidores del Real Madrid fueron aplausos inmediatos y desde el Fondo Sur se coreó el nombre del luso en el minuto que estuvo parado, observando con semblante serio el graderío, unos pasos dentro del terreno.

Casillas calentaba en ese momento con el entrenador de porteros, Silvino Louro, y el guardameta suplente, Antonio Adán. Los tres observaron la escena mientras la música que sonaba a alto volumen en la megafonía del Bernabéu se bajaba para que se escuchase la reacción de los aficionados.