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Cádiz-Lucena

Airam capea el temporal (2-0)

  • El canario reaparece con dos goles que dan la victoria a un equipo amarillo que va de menos a más y es superior a un inocente adversario que no demuestra su condición de rival directo

No había margen de error para seguir una semana más en la zona de privilegio y el Cádiz supo estar a la altura en un partido en el que fue de menos a más hasta pasar por encima de un Lucena que en ningún momento hizo sufrir a un equipo amarillo que por fin vivió un duelo tranquilo. El cuadro gaditano espantó miedos y además se quitó de encima a un rival directo, al que además le gana el goal average particular, un factor nada desdeñable en este tramo de la temporada. La cuarta posición sigue en propiedad de los amarillos una jornada más.

 

El 2-0 final puede hasta considerarse corto para un Cádiz que disfrutó de numerosas ocasiones en la segunda mitad y además por fin dejó la portería a cero. Los visitantes no llegaron a poner la pelota entre los palos y la zaga cadista pasó una tarde incómoda más por el temporal que por el inexistente acoso de un inocente adversario carente de recursos con el marcador en contra. El Lucena inquietó más antes del partido por su acecho a un solo punto que después durante su desarrollo. No fue un choque exigente para un Cádiz que encontró en Airam Cabrera la fórmula para sumar tres puntos de oro. El canario, en su reaparición, demostró mantener intacto su olfato goleador.

 

Los gaditanos se toman un respiro antes de las dos batallas de altura contra La Hoya Lorca y Albacete, los amos del grupo IV. Una victoria que calma las aguas después de la mala racha de resultados y la buena sensación que deja una positiva segunda parte en la que todos aportaron, pero sobre todo brillaron Jorge Luque en la dirección y Migue García en el extremo izquierdo, una pesadilla para los defensores rivales. 

 

El ex del Granada estrenaba titularidad en su tercer partido de amarillo. Se colocaba en el extremo izquierdo y Kike Márquez en la derecha, con Juan Villar y Airam Cabrera en punta, Mikel Martins de escudero de Jorge Luque y la única línea defensiva posible: Ceballos, Fran Pérez, Tena y Josete.

 

La mayor energía en los compases iniciales la ponía un viento cada vez más fuerte, dispuesto a entorpecer una desagradable tarde de temporal. Los locales dominaban pero de manera inocua, sin crear el más mínimo peligro frente a un rival ordenado al que le favorecía el paso del tiempo.

 

El reloj corría sin descanso y las oportunidades brillaban por su ausencia. Migue García, cuando le llegaba el balón por el costado izquierdo, era el único que aceleraba en acciones esporádicas. El aburrimiento era el auténtico protagonista de un duelo cuyo interés residía en la igualdad del resultado. Un pase en profundidad de Airam al interior del área no alcanzado por Juan Villar era el único la única aportación ofensiva de los amarillos en media hora. Es decir, nada de nada hasta una llegada de Jorge Luque a la línea de fondo en el minuto 31 que de verdad daba sensación de peligro, aunque ni siquiera hubo disparo a puerta. La pregunta, a esas alturas de partido, era cuándo iba a ser capaz el Cádiz de poner el esférico entre los palos del arco del Lucena.

 

Una internada de Migue García abortada por Santacruz (minuto 34) anunciaba una oleada ofensiva de los gaditanos en la recta final del primer acto que iba a traer consecuencias inmediatas. Tres minutos más tarde, el Cádiz cobraba ventaja al aprovechar el primer error defensivo de los cordobeses. De eso se trata en Segunda B, de saber sacar rédito de las pifias del adversario. Sarmiento, en su empeño por evitar un saque de esquina, despejaba mal, Juan Villar se apoderaba del balón ya dentro del área y centraba al segundo palo, donde Airam Cabrera, con un remate extraño, ponía la pelota dentro de la portería con José Ramón fuera de sitio.

 

El primer tiro a puerta del partido se traducía en gol, un gol muy necesario tal y como se estaba desarrollando el choque. El tanto, un auténtico tesoro por su valor, animaba a los anfitriones, que disfrutaban de sus mejores minutos justo antes del intermedio. En el 42, Kike Márquez disparaba fuera tras una buena jugada de Juan Villar, y justo en el 45, el sanluqueño, tras controlar con un brazo, lanzaba flojo a las manos del arquero visitante.

 

El descanso llamaba a la puerta con un Cádiz algo más entonado que había sabido sacar petróleo del único despiste de los lucentinos.

 

El segundo acto arrancaba con la presencia en el Lucena del ex cadista Gato, sustituto de Javi Salero. Falete buscaba velocidad en ataque obligado a ir a por el empate, per los cordobeses no se prodigaron en ataque. Un posible penalti sobre Kike Márquez en el minuto 50 motivaba aún más a los locales, lanzados a por el tanto de la tranquilidad que rozaba Airam Cabrera dos minutos después cuando remataba desviado a puerta vacía tras un despeje defectuoso de José Ramón.

 

Los pupilos de Raúl Agné eran dueños absolutos del encuentro pero la estrechez de la distancia en el marcador mantenía viva la incertidumbre. De hecho, el Lucena daba un paso adelante mediada la segunda mitad porque de nada le servía el resultado. Mientras, los amarillos se agazapaban para abonarse a la contra ante un adversario que dejaba espacios atrás.

 

Con un cuarto de hora por delante, Agné se veía obligado a recomponer la defensa tras la lesión de Josete. Garrido saltaba al césped para colocarse de central, Fran Pérez pasaba al lateral derecho y Ceballos al izquierdo justo cuando más intentaba volcarse el Lucena. Los improvisados cambios en la zaga no variaban el guión. El Cádiz controlaba con autoridad bajo la batuta magistral de Jorge Luque, absoluto amo del centro del campo en su mejor partido con el escudo del equipo amarillo.

Sólo faltaba la puntilla para llegar con tranquilidad a los minutos finales. Dicho y hecho. José Ramón repelía un remate cercano de Juan Villar, Kike Márquez recogía el balón y era derribado dentro del área. El árbitro señalaba penalti y Airam Cabrera se encargaba de transformarlo con una pizca de misterio. El balón entraba en la portería después de tocar el portero y dar en el poste. Corría el minuto 79 y el triunfo no se le podía escapar a un equipo amarillo que demostraba su hambre con más ocasiones. Un centro chut de Ceballos a punto estaba de colarse en la portería y se estrellaba contra el palo tras desviar a lo justo José Ramón, que poco después sacaba un tiro a bocajarro de Juan Villar. Algunas galopadas de Migue García hacían las delicias de la afición que despedía al zurdo con los aplausos, los mismos que los que recibía al juvenil Diego, que debutaba con el primer equipo en el estadio Carranza después de haber jugado ya con el Cádiz la pasada campaña en el campo del Albacete.

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