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España, campeona · epílogo

Adiós a un sueño muy Real

  • Distensión Los Reyes y los Príncipes bromearon con los internacionales desde que llegaron a la Zarzuela Categórico Zapatero les agradeció su fútbol en Moncloa

Con un elegante traje oscuro en lugar de la camiseta roja que los acompañó desde hace un mes, pero con la misma felicidad dibujada en los rostros, los integrantes de la selección española de fútbol visitaron ayer a la Familia Real y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el cierre de los festejos por la obtención de la Eurocopa 2008.

Liderados al igual que en Austria y Suiza por un satisfecho Luis Aragonés, los campeones de Europa fueron recibidos por los Reyes, los Príncipes de Asturias y la infanta Elena en un encuentro cargado de bromas cómplices y de euforia canalizada de manera diferente a la mostrada en la gran fiesta que se vivió en la Plaza de Colón, en Madrid, el lunes por la tarde.

"No tenemos una manta para mantearte", dijo en broma y para romper el hielo el rey Juan Carlos al seleccionador nada más se encontraron en los jardines del Palacio de la Zarzuela. Después, el monarca se encargaría de abrazar a cada uno de los 23 jugadores, estrechando lazos entre la nobleza social y la del fútbol.

La Copa de Europa, por supuesto, tuvo un papel omnipresente en el evento. Al pasar por las manos del príncipe Felipe, el heredero no dudó en apuntar, divertido, que "todavía huele a champán", en alusión a los festejos que se suceden desde que el domingo Michel Platini dejó el trofeo en manos del capitán del combinado nacional, Íker Casillas.

Los Reyes no pasaron por alto ni siquiera la alocada intervención del portero Pepe Reina durante la fiesta en la Plaza de Colón, donde tomó el micrófono, presentó a los jugadores a la afición y luego siguió siendo el showman en el escenario de un canal de televisión, donde realizó la ya famosa parodia sobre un camarero.

"Me gusta cómo cantas", le dijo con una sonrisa la reina Sofía. Tan a gusto estaban todos que de los 15 minutos previstos, la audiencia se extendió a 45.

Tras la sesión de fotos de rigor, el recorrido llevó a los campeones al Palacio de la Moncloa, donde los esperaba el presidente Rodríguez Zapatero y también cientos de aficionados y periodistas.

"Habéis conseguido hacer feliz a España y a todos los españoles. La prueba es cómo lo vive la gente en la calle y cómo lo viven en La Moncloa, donde nunca había visto a tanta gente", bromeó el presidente español, que felicitó a los futbolistas.

"Enhorabuena por el talento, por el trabajo, por el esfuerzo, por la humildad... Pocas veces se gana con tanta claridad y se convence... Habéis hecho grande el fútbol español y el fútbol de verdad", añadió.

Poco después, un ya casi exhausto Casillas proclamó sentirse "orgulloso de ser español" y Aragonés habló del equipo que le dio la máxima alegría de su carrera. "Les dije al principio que si cada uno cogía su rol vosotros eran el mejor equipo del mundo. En principio pensaban que era para motivar, pero luego han visto que era una realidad. Tenemos a la mejor selección del mundo. No hay un equipo en el mundo que toque con la precisión nuestra", comentó el seleccionador español.

Y el festejo dejó paso al merecido descanso que espera a cada uno de los seleccionados tras la gloria obtenida. A su regreso, habrá un nuevo desafío: clasificar a la selección española para la disputa del Mundial. "¡Nosotros no volvemos si el míster no está aquí!", fue el reclamo sin atajo de los jugadores durante las celebraciones.

Pero deberán enfrentar la realidad y regresar igual: Luis Aragonés se va al Fenerbahçe y Vicente Del Bosque los guiará en el camino hacia Suráfrica 2010, un recorrido que, pese a la fiesta todavía interminable, abre las dudas propias del cambio de caballo a mitad del río.

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