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¿Adiós al 'pupas'?

  • Simeone acostumbra al Atlético a ganar y acaba con la leyenda negativa histórica del cuadro rojiblanco

El apelativo de pupas, que se aplica a aquel al que todo le sale mal, lleva años asociado al Atlético de Madrid, hasta el punto de que Joaquín Sabina lo incluyó en el himno que escribió para el centenario del club. Diego Simeone, sin embargo, se ha empeñado en desterrar la palabra.

El Atlético jugará el 28 de mayo en Milán su segunda final de la Champions League en tres años, la tercera en una competición continental desde el título de la Liga Europa en 2012. Y en ese periodo, además, ganó una Liga, una Copa del Rey y dos Supercopas, la española y la europea. "No es casualidad", aseguró Simeone, el técnico con el que todo cambió, después de eliminar al Bayern Múnich en las semifinales de la Liga de Campeones.

Pocos pensaban que el Atlético volvería a una final de Champions dos años después de la que perdió en Lisboa ante el Real Madrid. Pero uno de esos pocos era sin duda Simeone. El equipo rojiblanco ganó el campeonato español en 2014, pero cayó de forma cruel en el Estadio da Luz, donde un gol de Sergio Ramos en el minuto 93 llevó el partido a una prórroga en la que, extenuado, el equipo del Cholo acabó perdiendo por 4-1.

Aquella derrota se asoció a la historia de fatalidad del Atlético, vencido por el exitoso y poderoso vecino rico. "Qué manera de sufrir, qué manera de palmar", dice una parte del estribillo de la canción de Sabina. Simeone abraza el primer verso, pero no el segundo. "Ganar, ganar y volver a ganar", decía el máximo ídolo atlético, el fallecido Luis Aragonés, carismático jugador y entrenador cuyo nombre aún corean los hinchas del club. Para el argentino, ése es también el único verbo que importa. El cómo es lo de menos.

"Yo me preparo para ganar, no para gustar a nadie", aseguró el Cholo en Múnich, donde el contraste de su estilo ultradefensivo resaltó aún más frente al vendaval ofensivo del Bayern de Josep Guardiola, su némesis.

El chileno Arturo Vidal calificó de "feo" el fútbol del Atlético, pero así es como el conjunto de Simeone ha eliminado a Barcelona y Bayern. El jugador del club alemán estaba probablemente frustrado tras quedarse tan cerca de la final, pero el debate está en el ambiente. ¿Es divertido ver al equipo español?

Simeone no quiere perder ni un segundo en pensar en ello. Para él, lo divertido es ganar. Y ésa es la mentalidad que ha inoculado en el club rojiblanco, donde ya fue ídolo como jugador, desde su llegada al banquillo en diciembre de 2011.

A su alrededor construyó una guardia pretoriana de jugadores fieles y, como él suele decir, "encolumnados" con su idea. Los Godín, Juanfran, Gabi, Filipe Luis, Giménez, Koke o Tiago son el armazón sobre el que se asienta el equipo rojiblanco, que ha ido cambiando piezas como Diego Costa, Villa, Arda Turan o Courtois por otras como Griezmann, Fernando Torres, Saúl o Oblak.

Financiado por el maná de la Champions, el club ha conseguido también reducir de forma drástica su deuda, que en los peores años de la institución, cuando llegó incluso a jugar en Segunda División, obligó a que fuera intervenido judicialmente.

La leyenda del pupas podría volver. Nadie en el Atlético quiere pensar siquiera en lo que pasará cuando Simeone decida dejar Madrid. Mientras tanto, sin embargo, los fans disfrutan del mejor momento de la historia del club, felices de que el argentino los haya acostumbrado a ganar.

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