Con una amarga dignidad. Así concluyó la sevillana Maribel Pérez, campeona de España de 100 metros, su fugaz paso por la categoría reina de la velocidad en el atletismo. Quedó eliminada en la primera ronda de los Mundiales de Eugene con una marca de 11.30, la mejor de una española en la historia de los campeonatos.

En su primer Mundial, la discípula del ex velocista Luis Rodríguez (su tío) llegaba vigésima quinta en el ránking de inscritas por marcas, de ahí que para acceder a semifinales necesitara batir el viejo récord de Sandra Myers (11.07), que dentro de seis días cumple 31 años.

Sólo las tres primeras corredoras de cada una de las siete series, más tres en la repesca, se clasificaban para la penúltima ronda, y a la vista de los cronos registrados en las carreras precedentes, para ganar una plaza de semifinalista en la repesca necesitaba acabar cuarta y con 11.17 o menos.

Una mala salida (159 milésimas, la más lenta) lastró las posibilidades de la andaluza, que terminó quinta con 11.30 y eliminada. La mejor marca de una atleta española en la historia de los Mundiales fue su único consuelo. Ahora, la sevillana centra todos sus esfuerzos en el relevo 4x100.