La Real Sociedad se obligó, tras una deficiente primera mitad ante el Mónaco, a ganar la última jornada de la Liga Europa al PSV Eindhoven, mientras el conjunto monegasco se clasifica matemáticamente como líder del grupo al ganar 2-1.  

La Real entró dormida al partido y al Mónaco le costó poco llegar con mucho peligro al área de un Mathew Ryan que era la sorpresa en la alineación de Imanol Alguacil y que tuvo trabajo cada vez que Ben Yedder tocaba el balón. 

Marcó el conjunto de Niko Kovac en una acción iniciada por el exsevillista, que jugó con Volland y éste asistió a Golovin para que se metiera en la portería junto al balón ante el pasmo de los centrales realistas. 

Reaccionó inmediatamente la Real. Una maestría de Januzaj dejó solo a Isak ante Nubel y el sueco le batió con categoría. Pero inmediatamente golpeó de nuevo Mónaco, en una acción a balón parado que los donostiarras no acertaron a defender para que marcara Fofana. 

El equipo txuri-urdin ofreció su mejor versión en una segunda parte en la que la entrada de Barrenetxea se notó y no tardó mucho en tener la ocasión de empatar el partido en otro remate de un Isak, incansable hasta su lesión, que se topó con el guante de Nubel. 

La Real tuvo sus mejores minutos, encerró en su campo a los monegascos y Mikel Oyarzabal, que volvía a la titularidad, tuvo 2 ocasiones más para haber equilibrado el choque, un empate que valía de poco a los guipuzcoanos en su deseo de encarrilar la clasificación. 

No le daría para más la energía al conjunto vasco que ya tiró de corazón y se olvidó de jugar, con Merino y Silva relevados, y ahora se decidirá su futuro a una carta en la última jornada.