La polémica en el mundo del fútbol está servida tras el anuncio oficial de la creación de la Superliga europea. La UEFA y varias ligas nacionales y federaciones ya se han opuesto a esta competición impulsada por doce importantes clubes de Europa: Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Milan, Inter de Milán, Juventus, Liverpool, Manchester City, Chelsea, Arsenal, Manchester United y Tottenham. 

Cabe preguntarse ahora en qué consistiría esta Superliga y en que se diferenciaría de las competiciones continentales actuales:

¿Quiénes participarán?

El formato de la Superliga europea tendría 20 participantes: Aunque actualmente son doce equipos fundadores, se espera que acaben siendo 15. Estos equipos serán fijos y se les sumarán otros cinco invitados que se clasificarán anualmente en función de su rendimiento.

¿Cuándo se jugará?

Los partidos se jugarán entre semana para respetar a las respectivas ligas nacionales y la primera edición se iniciaría el próximo mes de agosto.

¿Cómo se organizará?

Los participantes serán divididos en dos grupos de diez y disputarán partidos de ida y vuelta.

Los tres primeros de cada grupo se clasificarán automáticamente para los cuartos de final, mientras que los que acaben en cuarta y quinta posición jugarán un playoff adicional a doble partido.

La final será en mayo en una sede neutral.

¿Cuándo comenzará y acabará?

Como se ha explicado, la Superliga arrancaría en agosto y concluiría con su final en el mes de mayo.

¿Sólo será en el fútbol masculino?

De momento, sí. La idea de los fundadores es comenzar con el fútbol masculino y ayudar "al avance y desarrollo del fútbol femenino", iniciando también la competición "tan pronto como sea posible".

¿Qué dinero moverá?

Los pagos de solidaridad serán mayores que los actualmente generados por el sistema europeo de competición y se prevé que superen los 10.000 millones de euros a lo largo del periodo de compromiso de los clubes. Los fundadores recibirán, en conjunto, un pago de una sola vez de 3.500 millones de euros dedicado únicamente a acometer planes de inversión en infraestructuras y compensar el impacto de la pandemia del COVID.