Escándalo | Supercopa

El Valencia ve avalada su denuncia por los audios entre Rubiales y Piqué

  • El equipo ché fue el primero en quejarse en el cambio de formato en el año 2019, aunque la jugó a pesar de la disconformidad

  • En junio de 2020 presentó una demanda contra la Real Federación Española de Fútbol 

Anil Murthy, presidente del Valencia CF, durante una rueda de prensa

Anil Murthy, presidente del Valencia CF, durante una rueda de prensa / Lázaro de la Peña | Europa Press

El Valencia, el primer club en criticar el cambio de formato y el reparto del dinero entre los participantes que se introdujo en la Supercopa en 2019, cree que tanto los audios que se han conocido estos días como las explicaciones dadas por sus protagonistas avalan la denuncia presentada en el juzgado contra el sistema que puso en marcha la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Fuentes del club de Mestalla aseguraron a la agencia Efe que las revelaciones que se han hecho públicas "refuerzan" sus argumentos de cara a esa disputa judicial y que así lo entienden sus abogados, que estudian estos días toda la información en busca de "pruebas adicionales" que aportar al juez ante lo que la entidad considera que fue un reparto "arbitrario y desigual" del dinero para los participantes y que lejos de decidirse de manera transparente se hizo mediante "conversaciones de whatsapp".

El inicio de la disputa

El Valencia se clasificó para la Copa del Rey de 2019 el 28 de febrero de ese año con una victoria en un cruce de semifinales ante el Betis que llevaba casi implícita pasara lo que pasara en la final de la Copa del Rey la clasificación para la de la Supercopa porque el otro finalista era el Barcelona, que dominaba a placer la Liga.

Por eso el club de Mestalla alzó la voz a principios de abril de ese año cuando desde la Federación se avanzó el cambio de sistema que se pensaba introducir, pasando de dos a cuatro los contendientes en un torneo que se disputaría en Arabia Saudí.

En un comunicado (y en un burofax a la RFEF) advirtió de la "posible ilicitud de la alteración de las bases de la competición en cuestión en la actual temporada" al entender que no se podía cambiar el reglamento con la competición ya en marcha. Además, avisó de que estudiaba la opción de emprender acciones legales al entender que se dividían por dos sus opciones de alzarse con un nuevo título.

La Federación siguió adelante con el cambio e invitó al Real Madrid y al Atlético de Madrid, mientras el Barcelona ganó la Liga y el Valencia la Copa. Tres días después de lograr el título, el club valenciano anunció que disputaría el torneo pero mantuvo su oposición. "Hemos competido con un reglamento con unos efectos sobre las competiciones. En esos reglamentos lo que se estipulaba es que el campeón de Copa y campeón de Liga juegan la Supercopa", señaló su entonces director general Mateu Alemany.

Un reparto "arbitrario"

Al enfrentamiento por el formato llegó meses después el que se abrió por el reparto del dinero entre los participantes, puesto que el Valencia fue el que menos recibió de todos. Según desvelaron varias informaciones en noviembre de 2019, el Valencia tenía un fijo de 2,5 millones frente a los cuatro del Atlético de Madrid y los 6,8 del Real Madrid y del Barcelona. El motivo era que en los criterios establecidos en el reparto (que siguen en vigor) el que más pesa está vinculado a los éxitos históricos, algo que desde la Federación aseguran que fue una exigencia de Arabia Saudí.

"Si el Madrid por 8 irían, hostia tío, se les ocho a ellos y ocho al Barça... a los otros se les paga 2 y 1"

Los audios desvelados estos días por El Confidencial de conversaciones entre Luis Rubiales, presidente de la Federación, y el futbolista Gerard Piqué, dueño de Kosmos, la empresa que hizo de intermediaria con Arabia, apuntaban ya a un reparto parecido. "A ver, Rubi, si es un tema de dinero, si ellos por 8 irían, hostia tío, se paga ocho al Madrid y ocho al Barça... a los otros se les paga 2 y 1", avanzaba Piqué.

La tensión llegó hasta los días previos al torneo (en enero de 2020) y finalmente el club jugó el torneo, pero firmó el contrato "no conforme". En junio de ese año el club fue a la justicia ordinaria y presentó una denuncia contra la RFEF. Tras un año de parón para decidir el juzgado que tenía competencias en la materia, el pasado 11 de enero el juez encargado citó a las partes y obligó a la Federación a mostrar todos los contratos.

Desde el Valencia aseguran que en una primera cita, la Federación enseñó un único contrato pero con varias cifras tapadas y que en una segunda mostró dos más pero igualmente con datos ocultos. La entidad espera ahora que el juez obligue a la Federación a enseñar todos los contratos, algo que cree que confirmará su tesis de que hubo un reparto "arbitrario" con la idea de beneficiar a los grandes. Cuando lo haga tendrá veinte días para ratificar su denuncia.

El club cree que la posibilidad de que los audios fueran publicados ha estado detrás de los movimientos de la Federación en las últimas semanas para que retirara la denuncia y tratar de llegar a un acuerdo.

Rubiales se defiende

Según aseguró este miércoles Rubiales, sólo hubo un club que se opuso a los cambios (en alusión al Valencia) puesto que el resto están "encantados". "Hay un club que percibiría mínimo dos millones y medio por ir y la última vez que fue a Arabia Saudí cobró 300.000 o 400.000 euros", destacó el presidente de la Federación en referencia a la cantidad que cobró la entidad por un amistoso en ese país.

La entidad se muestra orgullosa del camino judicial emprendido en defensa de sus intereses, pero no sólo de los suyos porque recuerda que lo que hace es reclamar un trato justo y transparente, que se apruebe en órganos como la asamblea de la RFEF, para todos los clubes.

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