A Carlos Villar Flor le debemos el conocimiento de la gran trilogía del escritor británico Evelyn Waugh sobre la Segunda Guerra Mundial, Espada de honor, considerada por Cyril Connolly como la mejor novela sobre la contienda en lengua inglesa, inédita hasta entonces en castellano y publicada por Cátedra en una excelente edición anotada.

El escritor y estudioso santanderino, reconocido especialista en la obra de Waugh, tradujo asimismo La Europa moderna de Scott-King (Menoscuarto), curiosa novella menor inspirada por un rocambolesco viaje a España a mediados de los cuarenta. La pulcra y meritoria labor de Villar Flor continúa con la recuperación de esta otra novela, Izad más banderas, que fue publicada en plena guerra (1942) y prefigura muchos de los contenidos de la citada trilogía, menos conocida que la exitosa Retorno a Brideshead pero no sin razón considerada como su verdadera obra maestra.

Escrita durante el viaje de vuelta a Inglaterra, tras la amarga derrota de Creta en la que los comandos especiales -a los que pertenecía Waugh- cubrieron la retirada de las tropas, Izad más banderas es una novela ambigua, como explica Villar Flor, pues si por una parte transmite la necesidad del compromiso en aquella hora grave, por otra no deja de reflejar la incipiente desilusión de Waugh respecto de las razones de los aliados, que se transformaría en abierto desencanto -el proceso aparecerá magistralmente descrito en Espada de honor- cuando aquellos pactaron con el diablo soviético para formar un frente común contra la Alemania nazi. Evelyn Waugh ha sido justamente caracterizado como un reaccionario de otro tiempo, pero lo cierto es que pocos vieron entonces -George Orwell incluso le afeaba el símil- que el totalitarismo de la Unión Soviética encarnaba una amenaza tan despreciable como la representada por los regímenes fascistas. De alcance más limitado que las obras aludidas, Izad más banderas tiene el valor de reflejar una visión de la guerra -maravillosamente ligera, pero sólo en apariencia despreocupada- en unos momentos en que el desenlace era todavía incierto.