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Nubes en el horizonte

  • Toine Heijmans logra con 'En el mar' una novela de aventuras que trasciende este género, una historia compleja de aparente sencillez

El escritor Toine Heijmans (Nimega, Países Bajos, 1969).

El escritor Toine Heijmans (Nimega, Países Bajos, 1969).

En el marde Toine Heijmans (Nimega, Países Bajos. 1969) viene a sumarse a la larga tradición literaria de aventuras marineras, aunque su apuesta narrativa se decanta desde el principio por dotar a esta historia de un cariz eminentemente íntimo. El solitario protagonista de la novela, Donald, no se enfrenta a monstruos de las profundidades, ni a piratas o corsarios, sino a un enemigo mucho más poderoso y acuciante: él mismo. Todo viaje tiene algo de periplo interior. En este caso, un periplo marcado por los acontecimientos vividos e imaginados, que se mezclan y acentúan al ritmo de los cambios de humor de un poderoso elemento: el mar.

Podríamos considerar En el mar una novela de aventuras y como tal supone un evidente homenaje a los clásicos del género, aunque el lector descubra pronto que es mucho más que eso. Heijmans plantea una situación límite: un hombre hace una corta travesía en barco con su hija pequeña y en mitad de una tormenta descubre espantado que la niña ha desaparecido. El autor -traducido en esta edición de Acantilado por Goedele de Sterck- nos deja escuchar la voz de este personaje, que ya ha recorrido un largo camino con su barco antes de recoger a su hija pequeña, María, en un puerto cercano a su lugar de retorno para hacer con ella este último tramo del camino. Pronto comprendemos cuánto ansía este hombre compartir el breve y solitario espacio de su velero con su hija y poco a poco vamos comprendiendo también sus motivaciones, qué le ha impulsado a hacer un viaje largo y peligroso, por qué necesita la soledad, por qué, al mismo tiempo, necesita tanto la compañía de su pequeña. Al final del camino los espera Hager: la madre y esposa, Penélope que teje el hilo invisible que los une con mensajes de móvil.

La naturaleza -el mar, el viento y la lluvia- cobran absoluto protagonismo en esta narración templada por los vaivenes de las olas, que en alta mar pierden toda la bucólica presteza de las que rompen en la playa para convertirse en destructoras manos heladas. El relato idílico del encuentro entre el padre y la hija, la aparentemente coherente relación de los motivos que han llevado a este hombre a emprender tan largo viaje vira inesperadamente ante la presentida llegada de una tormenta. Las nubes negras en el cielo, el viento que poco a poco va creciendo en intensidad, marcan un cambio radical de clima. La narración se adentra entonces en un terreno límite entre la terrible realidad, marcada por la dureza de los elementos, y el inquietante desbarajuste mental que el protagonista sufre.

Heijmans maneja lúcidamente ambos registros, modula la intensidad de la trama y deja al lector con la desconcertante sensación de no estar controlando todos los elementos de la historia. Sólo al final descubrimos los secretos de este relato inquietante, a ratos terrorífico, pero para entonces ya hemos adivinado la terrible ansiedad que produce el sentirse pequeño ante la inmensidad del mar y no saber a ciencia cierta qué hacer para superar la pesadilla recurrente de una terrible noche. El amanecer trae la calma, pero en ese punto todo ha cambiado para siempre. El lector comienza a oír otras voces, la narración cambia, incluye un nuevo punto de vista y todo empieza a tomar un nuevo sentido.

Más allá de esta inquietante trama, en En el mar subyacen una serie de elementos que invitan al lector a reflexionar sobre algunos aspectos fundamentales que marcan la sociedad actual. Por un lado, el autor pone en cuestión el papel que juega el trabajo en nuestras vidas y la imposición de utilizar el éxito profesional como ineludible vara de medir de la felicidad o la realización personal. También se pregunta sobre el nuevo papel de la masculinidad, sobre el cambio en las relaciones entre los hombres y sus hijos, sobre su nuevo rol como padres y compañeros y el lugar que ocupan en la familia. El protagonista de la novela parece estar de año sabático, una oportunidad para dejarse llevar y hacer lo que siempre había soñado: lanzarse al mar y vivir una experiencia única. También quiere darse la oportunidad de tener un momento especial con su hija. Desde este punto de vista, la novela nos plantea una situación que pudiera parecer ideal: un mundo en el que el ocio y la calidad de las relaciones humanas son posibles. La realidad es bien distinta. La presión social sobre su papel como hombre de éxito -también como padre- tiene mucho que ver con el tinte sobrecogedor que marca esta novela.

Con En el mar, Toine Heijmans construye una historia compleja, narrada con aparente sencillez, que logra conmover, una fábula moral que consigue poner de manifiesto una verdad que no se revela a simple vista. Su habilidad para modular la intensidad de la narración consigue que el lector permanezca atento y el calado de su propuesta le dará que pensar por mucho tiempo una vez cerrado el libro.

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