El Plan Especial de Protección del Casco Histórico de Rota será aprobado definitivamente por el Pleno del Ayuntamiento en el primer trimestre de 2021, según las previsiones municipales, que apuntan a que la Corporación dará su visto bueno provisional antes de que acabe este año.

La tramitación de este documento entró en su recta final coincidiendo con el inicio de la pandemia del coronavirus, dejando atrás un periodo de exposición pública que duró tres meses y la fase de estudio de todas las alegaciones presentadas, el 77% de las cuales fueron admitidas total o parcialmente.

El Ayuntamiento destaca la importancia de este plan, que es una asignatura pendiente de la ciudad desde hace años, por entender que “supondrá un impulso para el sector comercial, hostelero y de la construcción en el casco histórico”, al tiempo que “contribuirá a ayudar a salir de la actual crisis lo antes posible”.

En el periodo de exposición pública del documento, se registraron concretamente 52 alegaciones y cinco informes sectoriales. El equipo redactor planteó estimar en su totalidad 13 y parcialmente otras 27, a saber, 40 en total, el 77% aludido.

La mayor parte de las alegaciones recibidas se centraban en “solicitudes de modificaciones de altura sobre la edificación existente, cambios de uso sobre el propuesto en el plan y ajustes en las regulaciones para las intervenciones posibles sobre la edificación y la parcela de mayor y menor calado”.

En cuanto a los informes sectoriales recibidos por parte de la Junta de Andalucía, a través de Vivienda, Turismo, Urbanismo y Cultura, y por parte del Estado, a través de Costas, la mayoría “solicitaban tan solo ajustes menores sobre el documento y, por tanto, se pronuncian en un sentido favorable”.

Así las cosas, el Ayuntamiento da por culminada “una fase de tramitación esencial para el devenir del plan”, pendiente únicamente de la aprobación provisional y la posterior definitiva. “Esta importante herramienta permitirá conservar la zona más antigua de Rota, así como fomentar el comercio y la economía, atrayendo a más vecinos a vivir al casco histórico, permitiendo nuevas construcciones y ampliando la edificabilidad del entorno, y protegiendo el patrimonio cultural y arquitectónico de la Villa”, ha destacado.