José Manuel Mellado y Yolanda Sánchez es una pareja de Chipiona que tiene un hijo con Trastornos del Espectro Autista (TEA). En estos días han sido noticia en el municipio porque han puesto en marcha una singular campaña bajo el lema ‘Mi ciudad y yo nos entendemos’.

Esta iniciativa, a la que se ha sumado el Ayuntamiento, tiene como finalidad promover la accesibilidad cognitiva de autistas, pacientes con parálisis cerebral y otras personas afectadas en edificios públicos, comercios y demás establecimientos mediante el uso de pictogramas.

Los padres de José Manuel cuentan que se embarcaron en esta aventura sin saber qué repercusiones iba a tener, pero, en todo caso, con el objetivo claro de facilitar a personas como su propio hijo la comunicación con su entorno a través de “métodos alternativos a las palabras, porque piensan y se expresan en imágenes”. De ahí los pictogramas como opción que les permite salvar la barrera de la comunicación verbal.

Sorprendidos por la acogida que ha tenido su idea en la calle y las redes sociales, han recorrido ya todas las playas de Chipiona para ofrecer pictogramas a los chiringuitos y ahora se encuentran inmersos en la parte de la campaña dirigida a los bares, comercios y demás negocios de la localidad.

No les consta que haya en la provincia gaditana una experiencia de esta índole. Tienen como referencia acciones similares desarrolladas “con bastante éxito”en otras ciudades de España y otros países. “Decidimos meternos en esto por casualidad, repartimos los primeros tableros de comunicación a finales de julio y aquí seguimos”, afirman satisfechos con la buena marcha del proyecto.

Parten, lógicamente, de la propia experiencia: “Nuestro hijo, que tiene 16 años, conoce perfectamente los pictogramas desde que tenía tres años. Se comunica así. A las personas que tienen poco lenguaje verbal, esta opción le sirve de terapia aumentativa y a las que sí lo tienen, como terapia alternativa de comunicación. Los pictogramas están adaptados a las capacidades de cada persona, porque hay muchos grados. Se trata de una forma de promover la autonomía de las personas con discapacidad a la hora de expresarse sin necesidad de depender de un familiar o tutor a la hora, por ejemplo, de ir a comprar algo a un comercio”.

Los pictogramas que utilizan están diseñados por el Centro Aragonés para la Comunicación Aumentativa y Alternativa (Arasaac). Dicen contar para ello con la autorización del Gobierno de Aragón, que financia este proyecto que, efectivamente, tiene como objetivo “ofrecer recursos gráficos y materiales adaptados con licencia Creative Commons para facilitar la comunicación y la accesibilidad cognitiva a todas las personas que, por distintos factores -autismo, discapacidad intelectual, desconocimiento del idioma, personas mayores, etcétera-, presentan graves dificultades en estas áreas, que dificultan su inclusión en cualquier ámbito de la vida cotidiana”, según explica Arasaac en su página web.

La incorporación del Ayuntamiento a esta iniciativa tuvo su origen en las redes sociales. A través de esta vía las concejalas de Comercio y Bienestar Social, María Naval y Luz María Caraballo, establecieron contacto con la familia y de ahí surgió una colaboración que ha acabado con el compromiso del Consistorio de hacerla extensiva a todos los edificios municipales e incluso a semáforos y pasos de peatones. Según anunciaron junto a José Manuel y Yolanda en la presentación pública de la iniciativa a través de la radio-televisión municipal, el Ayuntamiento presentará un proyecto a Arasaac a tal fin.

Naval, a la sazón primera teniente de alcalde, destacó que, con ésta y otras actuaciones que viene llevando a cabo desde hace años, por ejemplo, para las personas con movilidad reducida en las playas, el Consistorio persigue el objetivo de que Chipiona “sea reconocida como ciudad inclusiva” con el apoyo de la Diputación, siendo esta encomiable iniciativa un paso más. Un pequeño gran paso.