Con la Venia

Artículo en el Diario: Del Concilio a la patera. Por Fernando Santiago

 

DEL CONCILIO A LA PATERA

El Concilio Vaticano II supuso un verdadero terremoto en la Iglesia Católica, hasta esa fecha tan vinculada al poder, misas en latín, el Caudillo bajo palio. El Concilio acercó la Iglesia a una sociedad secularizada que entonces y ahora solo se acerca a sus templos para el folklore de la Semana Santa y para las ceremonias sociales, lo que se ha dado en llamar la BBC: bodas, bautizos y comuniones. De aquel Concilio muchos sacerdotes pensaron que no podían esperar en los templos la llegada de los fieles, había que salir al encuentro de la sociedad. Surgió en las villas miseria de América Latina la Teoría de la Liberación mientras en Europa se produjo el fenómeno de los curas obreros o de Cristianos por el Socialismo. En la España del último franquismo se creó la Hermandad Obrera de Acción Católica, las Juventudes Obreras Cristianas, ambos movimientos dieron lugar a la Unión Sindical Obrera, que en la Bahía de Cádiz resultó mayoritaria en los grandes astilleros, en Jerez en las bodegas. En la diócesis de Cádiz había traído ese mensaje un obispo preocupado por la situación de la gente más humilde de entre sus feligreses, Monseñor Añoveros. Un profesor del Seminario gaditano, Alfonso Castro, le inculcó a muchos estudiantes aquel espíritu inquieto y comprometido. De ahí surgieron cuadros dirigentes de la izquierda : Barroso, Cabaña, Román, Vargas Machuca, José Luis Sordo, Pedro Quiñones, García Candón, Garófano. Ejemplo paradigmático de aquel compromiso fueron Sebastián González Barroso en Jerez y Gabriel Delgado en Cádiz, ambos fallecidos recientemente. Las homilías de Añoveros fueron famosas por la manera en la que denunciaba las condiciones de vida de muchos gaditanos que ocupaban viviendas en ruinas, fue él quien acuñó el término “chabolismo vertical” para denunciar aquella precariedad. Añoveros denunció las condiciones de vida en el campo , sobre todo en la zona de La Janda, pequeños poblados de miseria donde se sobrevivía más que se vivía gracias a los informes que le enviaba Juan Cejudo. En Matagorda Javier Fajardo daba testimonio de su fe, como lo hacía Enrique Blanco en el Cerro del Moro. Ahora queda por ver qué ocurrirá con el legado de Gabriel Delgado que, como dice el actual obispo Rafael Zornoza “cuando se murió se rompió el molde”. La lucha por los desfavorecidos que en los 60 eran las condiciones de vivienda y trabajo en el campo o en los barrios populares, hoy son los más pobres, los desheredados, los marginados, aquellos que han atravesado desiertos y mares para buscar la felicidad en Europa. A ver quién nombra Zornoza para sustituir a Gabriel,, eso determinará el futuro de Tartessos y Tierra de Todos .

Fernando Santiago

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